Revista Cine

La verdad sigue ahí fuera: Expediente X

Publicado el 26 enero 2016 por Albertoiglesiasfraga @revistaroulette

Expediente X ha vuelto. La serie de Mulder y Scully, aquella de historias oscuras en bosques profundos, la de protagonistas monstruosos a los que no veíamos el rostro, esa que nos explicaba la ciencia de lo paranormal. Expediente X, esa serie que jamás en mi vida había visto. Hasta ayer.

Chris Carter, creador este fenómeno cultural, puede presumir de haber diseñado una atmósfera tan particular que se ha hecho reconocible para cualquier ser humano sobre la faz de la tierra con acceso a un televisor. De ahí que, aún sin haber sido nunca una ferviente seguidora serie, tenga en mi cabeza las pinceladas básicas de la biblia de la serie de ciencia ficción por excelencia.

Así pues, 20 años después de su estreno, me picó la curiosidad. No fue por falta de ganas, pero las circunstancias quisieron que llegase virgen a la noche de su regreso. FOX nos promete 6 episodios nuevos, en lo que ha llamado un "evento televisivo", y como buena reina de la fiesta, no me lo quise perder.

En menos de 5 minutos ya había entendido el grueso y la idiosincrasia del mundo X Files. Mulder, el hombre de fe, que lucha por descubrir la verdad. Verdad que, se supone, está ahí fuera. Scully, la mujer de ciencia, licenciada en medicina, con la cabeza sobre los hombros y los pies en el suelo. Dos personajes, por supuesto, sentenciados al romance. Hasta ahí bien. Cuéntame más...

Buena primera toma de contacto. Un par de ovnis, un alien con vida y unas "imágenes de archivo" que me envuelve en la nueva obsesión de la parte masculina de esta pareja del FBI. De momento no tengo demasiados datos sobre el arco de este personaje, se intuye un cambio en su rol, o eso parece decirme la barba desaliñada de un Hank Moody que se ha equivocado de serie.

A ella, sin embargo, parece que le han sentado mucho mejor los años. Se intuye sufrimiento, aunque me sigue faltando información lo cual, lejos de molestarme, me aporta esa curiosidad jugosa que me hace seguir bien atenta, con los ojos abiertos. Sin saber por qué, algo me hace pensar que el paso del tiempo le ha endurecido a una Scully que rebosa carácter en su mirada.

Pasan los minutos y, como tantas otras veces, este primer episodio parece un mero trámite para remover los recuerdos y abrir nuevos caminos. Se abren nuevos caminos y parece que los ingredientes han cambiado.

Ahora el foco de luz se posa sobre los extraterrestres que tan sombríos eran en el pasado; los protagonistas parecen intercambiarse los papeles y persiguen creencias opuestas; los conflictos orbitan en galaxias mucho más terrenales y, en cuanto al misterio, que diría nuestro querido amigo Iker, la verdad sigue estando ahí fuera sí... Pero quizás algo más abajo. Más cerca.


Volver a la Portada de Logo Paperblog