La verdad sobre el caso de Harry Quebert de Joël Dicker

"Quién mató a Nola Kellergan es la gran incógnita  a desvelar en este thriller incomparable cuya experiencia de lectura escapa a cualquier tentativa de descripción. Intentémoslo: una gran novela policíaca y romántica a tres tiempos -1975,1998,2008- acerca del asesinato de una joven de quince años en la pequeña ciudad de Aurora, en New Hampshire. En 2008, -Marcus Goldman, un joven escritor, visita a su mentor -Harry Quebert, autor de una aclamada novela-, y descubre que este tuvo una relación secreta con Nola Kellergan. Poco después, Harry es arrestado, acusado de asesinato, al encontrarse el cadáver de Nola enterrado en su jardín. Marcus comienza a investigar y a escribir un libro sobre el caso. Mientras intenta demostrar la inocencia de Harry, una trama de secretos sale a la luz. La verdad sólo llega al final de un largo, intrincado y apasionante recorrido."Reseña del libro en la Editorial Alfaguara

Foto tomada de www.alfaguara.com

Yo siempre tengo ganas de leer, quienes me conocen lo saben, pero hay momentos en los cuales necesitamos un libro que atrape nuestra vida, una historia de cuya trama no podamos separarnos. No hace mucho me dirigí al Biliometro buscando Los Miserables pero no se encontraba disponible, le dije a la chica que me atendió que me recomendara algo bueno para leer y me facilitó de Joël Dicker "La verdad sobre el caso de Harry Quebert" y lo cierto es que superó mis expectativas.

Cuando nos vamos a dormir intrigados y pensando qué pasará después de cerrar el libro, es una pista de que esa lectura es buena. Desde que leí la trilogía Millenium, que atrapó completamente mi tiempo, mis sentidos y mis pensamientos, no había encontrado otro libro que me enganchara por completo, pues "La verdad sobre el caso de Harry Québert lo logró.

Considerado uno de los mejores libros de 2013 y líder de ventas en Francia, este libro ha conquistado la atención de millones de personas. 

Joël Dicker

El autor elabora una trama que requiere un lector atento a las pistas, fechas y eventos por más insignificantes que parezcan. Los acontecimientos transcurren entre un pueblo de Estados Unidos llamado Aurora y Nueva York, en el cual acontecen una serie de eventos en agosto de 1975 que llevan treinta y tres años enterrados más cerca de lo que parece. Dicker construye unos personajes con características muy definidas y muy bien elaborados en los cuales muestra el devenir de los años, de los pensamientos, de los hechos y un afianzamiento de los aspectos que definen a las novelas policíacas. En cuanto al tiempo, me parece que maneja perfectamente las tres fechas en cuestión, las cuales entrelaza con testimonios, recuerdos, grabaciones y sucesos en presente, eso no lo puede lograr cualquier escritor. 

Además de proponer una secuencia de acciones que seducen desde el inicio, el personaje de Harry Quebert, brinda consejos a su alumno Marcus Goldman por medio de metáforas deportivas que aluden al boxeo como un arte no solo físico sino mental. Si leemos la biografía de Dicker nos damos cuenta de que en realidad Marcus Goldman es un reflejo de su vida y de su reciente carrera como escritor, lo cual hace relacionar el autor del libro en la realidad, con el autor del libro dentro de la ficción, un aspecto que logra de manera sutil pero perceptible. Asimismo, la idea de hablar de literatura dentro de la literatura, proporcionando consejos de un escritor más experimentado a otro joven y primerizo, hizo que yo, particularmente disfrutara aun más la lectura. Particularmente ya he recomendado esta historia a algunas personas y todas han coincidido conmigo: es un libro excelente, impresionan sus casi 700 páginas pero se devora rápidamente. 

"Un buen libro, Marcus, no se mide sólo por sus últimas palabras, sino por el efecto colectivo de todas las palabras precedentes. Apenas medio segundo después de haber terminado el libro, tras haber leído la última palabra, el lector debe sentirse invadido por un fuerte sentimiento; durante un instante, sólo debe pensar en todo lo que acaba de leer, mirar la portada y sonreír con un gramo de tristeza porque va a echar de menos a todos los personajes. Un buen libro, Marcus, es un libro que uno se arrepiente de terminar"