Revista Remedios

La verdad sobre las proteínas en polvo en casos de SII

Por David Irritado

Para los que somos pacientes de Síndrome del Intestino Irritable (SII) la dieta juega un papel crucial. En la búsqueda de opciones alimenticias que respeten las restricciones de una dieta baja en FODMAP, a muchos nos ha surgido esta pregunta: ¿Son adecuadas las proteínas en polvo para quienes padecen Colon Irritable?

He localizado un artículo de Dakota Rhys-Jones, dietista especializada que escribe para Monash, para explorar un poco este tema.

Qué es exactamente la proteína

Muy resumidamente, el cuerpo saca energía de tres fuentes: carbohidratos, grasas y proteínas. Eso son macronutrientes.

La proteína no es solo un macronutriente más: es la piedra angular de funciones vitales, como la reparación muscular y la síntesis de hormonas. A diferencia de carbohidratos y grasas, nuestro cuerpo no almacena proteínas en grandes cantidades, por lo que una ingesta regular es fundamental. Los aminoácidos resultantes de la descomposición de las proteínas son esenciales para el mantenimiento de un organismo saludable.

Suplementación: ¿necesidad o exceso?

La necesidad de consumir proteínas en un nivel muy alto es un fenómeno poco común, salvo en individuos con requerimientos específicos, como los atletas o personas con ciertas condiciones médicas. En el artículo, Dakota Rhys-Jones señala que la dieta promedio suele cubrir las necesidades de proteínas. Aun así, es importante considerar las fuentes de proteínas, especialmente para quienes siguen una dieta baja en FODMAP, ya que algunas proteínas en polvo pueden contener estos carbohidratos fermentables que desencadenan síntomas de SII.

Elegir proteínas en polvo con conocimiento

La selección de un suplemento proteico debe hacerse con cautela. La experiencia del equipo de Monash FODMAP sugiere que los productos de proteínas en polvo pueden variar significativamente en su contenido de FODMAPs, y es esencial leer las etiquetas detenidamente. Algunos consejos clave que mencionan son:

  • Evitar edulcorantes como xilitol, sorbitol y manitol, conocidos por su capacidad para irritar a quienes son sensibles a ellos.
  • Ser precavido con las proteínas de origen vegetal, que pueden ser difíciles de purificar y frecuentemente contienen FODMAPs.
  • Optar por aislados de proteína de suero en lugar de concentrados para reducir la ingesta de lactosa y carbohidratos.
  • Descartar productos etiquetados como prebióticos, ya que generalmente están asociados con altos niveles de FODMAPs.

Por último, si existe alguna duda, no hay mejor prueba que la experiencia personal. Puedes probar diferentes productos, después de seleccionarlos según estas pautas anteriores, y mira cómo reacciona tu cuerpo en particular a cada caso.

En mi caso, uso este producto de proteína que no me causa efectos. He tomado muchos hasta localizar el que a mi me funciona, pero no necesariamente es el que a ti te debe funcionar.

Por cierto, tomo la proteína como suplemento en una cantidad pequeña ocasional, para ayudar a mi esfuerzo físico en el gimnasio, pero recuerda que la proteína no es necesaria si tienes una alimentación saludable y no hay un motivo médico o deportivo que lo justifique.

Fuentes

Este artículo toma como referencia el análisis de Dakota Rhys-Jones. Para aquellos interesados en profundizar en el tema, recomiendo consultar su artículo, donde ofrece una perspectiva valiosa sobre la suplementación de proteínas y el SII.


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