Hannah Fry elabora la fórmula matemática para el amor duradero o la posible separación de la pareja
La fórmula matemática del amor. Así es, el uso de las matemáticas puede identificar cuánto estamos dispuestos a soportar para hacer que nuestro amor dure más o acabe para siempre.
En realidad no existe ninguna ecuación que pueda ayudarnos a encontrar nuestra alma gemela pero sí que puede usarse una para aquellos que ya viven con su media naranja. ¿Y para qué sirve si ya tienen pareja? Para saber cuánto tiempo estarán juntos. Parece una idea surrealista pero es cierta y está basada en la ciencia.
Hannah Fry, matemática del Centro de Análisis Espacial Avanzado de
University College de Londres es quien ha descrito dicha ecuación. De acuerdo con la sugerencia de Fry en el reciente libro “
Las matemáticas del amor”, el mejor indicador de la “suerte” que habrá en que una relación se mantenga estable en el tiempo y perdure es el
nivel de positividad o negatividad que un miembro de la pareja puede llegar a provocar al otro durante una conversación.
Según el estudio, las parejas que se pueden considerar de rotura de “bajo riesgo”, es decir, que es poco probable que rompan, tienden a tener interacciones más positivas y suelen ser discusiones pasajeras por causas y factores externos como problemas de trabajo o algún incidente puntual. Las parejas con mayor riesgo de separación tienden a considerar las expresiones negativas como un más a más en sus vidas, es decir, que es constante que se peleen por cualquier cosa. Esto suele tener que ver con el carácter de alguno de la pareja o ambos.
Para elaborar este libro se ha tenido en cuenta el trabajo realizado sobre el tema de la pareja del psicólogo John Gottman y también del matemático James Murray. Los dos han estudiado las interacciones y los parámetros biológicos de cientos de parejas y han analizado valores como la reacción del corazón, las expresiones faciales, la presión arterial, la conductancia de la piel y las palabras que se usan para entender qué factores hacen que el divorcio sea más o menos probable.
A partir del análisis de estos factores simples,
los dos fueron capaces de predecir el riesgo de separación para cada pareja estudiada con una precisión de 90%. Y de estos estudios se llegó a la fórmula del amor. Cada una de las dos líneas predice lo infeliz que serán la mujer (línea superior) y el marido (línea inferior). Para saber la reacción que tendrá cada miembro de la pareja se necesita saber el estado de ánimo de la mujer y el marido cuando están solos y cuando están con la pareja, y también la forma cómo influyen sobre el otro.
Si el marido/mujer dice algo positivo su respuesta será positiva en general, y viceversa. Pero si dice algo negativo, hay interrupciones o se burla habrá represalias.
En particular, el análisis de
Fry se ha centrado en el umbral de la negatividad, es decir, lo molesto que puede llegar a ser uno de los dos antes de que se produzca un arrebato. La idea que se tenía antes del estudio era que las parejas más sólidas son aquellas que tienen un umbral de la negatividad muy alta, es decir, que son más indulgentes y no les afecta tanto o no expresan tanto el malestar a no ser que sea algo muy fuerte. Pero el resultado ha demostrado todo lo contrario. Aquellos con menor umbral de la negatividad duran más, ¿por qué?. La explicación está en que tienden a hablar más todo, a no dejar pasar nada y examinar todo lo que está bien o mal en pareja, los dos juntos. Corrigiendo siempre aquello que no ven bien. Sin dejarse llevar por la ira.