Por Diego Salazar (*)
El 10 de marzo la página web de la BBC publicaba una nota con este titular: La chica que sangra por los ojos y las orejas, pero no tiene diagnóstico.
La nota iba firmada por Tracy Ollerenshaw, reportera de Newsbeat, el sitio —dentro de la página de la BBC— de un famoso noticiero en una de las varias estaciones radiales del servicio público británico, conocido por privilegiar noticias atractivas para el público juvenil (lo que se ha convertido en un eufemismo para historias impactantes sin mucho reporteo detrás).
La nota venía sazonada con una serie de fotografías de Marnie-Rae Harvey,*la adolescente británica de 17 años que, según la publicación, padece una extraña enfermedad no diagnosticada que la hace sangrar por los ojos y otras partes del cuerpo.
Entre los días 9 y 10 de marzo, las páginas de dos tabloides ingleses conocidos por su adicción a historias estrafalarias (y muchas veces falsas) narraban su propia versión de la noticia. The Sun titulaba: El infierno sangrante de Marnie. Una chica revela el horror de la enfermedad que la hace sangrar por los ojos y las orejas . El Mirror no se quedaba atrás: Muchacha que sangra por los ojos, orejas y boca describe la desgracia de la horrorosa enfermedad que la tiene confinada en casa.
Las historias de ambas páginas eran sospechosamente parecidas, con una serie de fragmentos y citas repetidas, pero ninguna de los dos concedía crédito al medio rival. Las fotos también eran las mismas, y ambos medios señalaban que pertenecían al sujeto de la noticia, la “chica misteriosa”, como según ambas notas había sido bautizada por sus médicos la adolescente Marnie-Rae Harvey.
Ninguno de esos tres artículos suponía el debut de Marnie-Rae Harvey, o Marnie Harvie, en la prensa británica. El 28 de diciembre de 2015, la reportera Jennifer Tippet firmaba una nota “exclusiva” en The Sun bajo el titular: The girl who cries BLOOD … the mystery ailment of girl, 18, whose eyes and ears bleed 5 times a day , que cubría casi los mismos detalles narrados por la nota de marzo del mismo The Sun, solos dos meses y medio después. Esta segunda nota venía firmada por otra reportera, que ni siquiera menciona el artículo original del 28 de diciembre
Pero no fue sino hasta que la BBC dio con Marnie-Rae Harvey, que la historia saltó a medios de todo el mundo. Parece seguro afirmar que el hallazgo ocurrió el 6 de marzo. Este es un comentario que Tracy Ollerenshaw, la reportera de Newsbeat BBC, dejó en la cuenta de Instagram de Marnie-Rae Harvey ese día:
Si uno busca en Google a Marnie-Rae Harvey o Marnie Harvie, aislando los resultados previos al 6 de marzo, la única mención que aparece es la nota de The Sun del 28 de diciembre de 2015.
De acuerdo al motor de búsqueda, Marnie-Rae no existe para la internet antes de eso. Así que es seguro asumir que la reportera Ollerenshaw supo del caso leyendo la nota de Jennifer Tippet en The Sun, aunque olvida mencionarlo en su propio artículo para Newsbeat BBC.
Al día siguiente, 11 de marzo, la página web en español de la BBC publicaba la historia firmada por Tracy Ollerenshaw, esta vez bajo el epígrafe de su sección Mundo y titulada: La joven que sangra por los ojos y nadie sabe por qué .
Una vez publicada en castellano, la historia empezó a repetirse en periódicos y páginas noticiosas de toda Hispanoamérica. Algunos citaban a la BBC, otros sencillamente hacían copy-paste y se ahorraban el engorro de mencionar la fuente. Con ese titular y esas imágenes, quién tiene tiempo para minucias. Más aun si vienen con la firma de una de las marcas informativas más prestigiosas del mundo.
Lo que todos esos periodistas que replicaron la nota desde su escritorio —sin ni siquiera hacer una búsqueda en Google— no saben es que ya ni la BBC parece tener tiempo para minucias. Llamemos minucias al más elemental proceso de verificación que debe llevar a cabo un periodista. El que le haría poner al menos en duda la veracidad de esas imágenes y un titular que conjuga el fantástico trinomio chica-sangra-ojos.
Si uno analiza con atención las minucias de la nota de la BBC notará que las fotografías, todas, llevan la firma de Gareth Iwan Jones. Todas: el retrato posado que acompaña la noticia y las otras tres imágenes de Marnie-Rae Harvey sangrando, que parecen tomadas con un teléfono cualquiera y mala iluminación.
Gareth Iwan Jones (http://ift.tt/1opij1A ) es un fotógrafo profesional afincado en Bristol, que publica retratos de celebridades regularmente en la prensa británica. Digamos que el fotógrafo responsable de esto:
O esto :
difícilmente venderá a la BBC fotos como estas:
Así que escribí a Gareth Iwan Jones. Primero le lancé un tuit y luego le envié un email a la dirección que me dio. Jones me dijo que, en efecto, el retrato posado que aparecía en la nota de BBC era suyo:
Pero las otras fotos no, las de los sangrados, esa las había tomado Marnie-Rae misma con su teléfono. A vuelta de correo, le pregunté si durante la sesión había visto sangrar a la señorita Harvey. Jones respondió a los pocos minutos que no, que había estado con ella solo un par de horas y no había tenido un “episodio” en ese momento.
Además, Jones me dijo que si me interesaba la historia contactara a Kim de Phoenix Features, “*ella es la agente de Marnie y ha colocado la historia en los medios británicos*”, y me dio una dirección de email.
Mientras esperaba que Jones contestara mi primer acercamiento, había enviado también un email a la editora de Newsbeat BBC, responsable última de la historia publicada por Tracy Ollerenshaw acerca de la muchacha sangrante.
Anna Doble no tardó mucho en responder. Para resumir: Sí, la reportera Tracy Ollerenshaw había hablado con Marnie-Rae Harvey; de hecho, habían tenido una larga conversación; la historia “parecía” auténtica; había más fotos que habían decidido no publicar; habían hablado con Kim de Phoenix Features pero las fotos se las había dado Marnie-Rae misma, fue ella quien les indicó que eran de Gareth Iwan Jones y estaban coordinando para grabar en video en los próximos días; por último, no, la BBC no paga por historias.
Tras este primer intercambio con la editora de Newsbeat BBC, intenté contactar a Marnie-Rae Harvey yo mismo. No fue difícil, una sencilla búsqueda de Google me llevó a una cuenta de Twitter que parecía suya y le envié un mensaje. Respondió poco después y entablamos una conversación vía DMs. Me presenté, mostré mi interés por su historia y le pedí una entrevista. Harvey tardó tres mensajes cortos en dirigirme hacia su “agente”. Le pregunté si la única forma de hablar con ella era contactando primero con la agente y si creía que me iba a cobrar por la historia. La respuesta a ambas preguntas fue sí. Insistí un poco y pregunté si la BBC había pagado por la historia también.
Aquí la señorita Harvey abandonó el laconismo de sus mensajes anteriores y me dijo:
“Kim maneja Phoenix. La BBC y todos los otros medios han tenido que escribir a Kim primero preguntando por la historia y acordando un precio. Tengo más fotos del sangrado que no han sido publicadas aún, pero depende de cuánto estés dispuesto a pagar”.
Phoenix Features se anuncia en su página web como una agencia para colocar (y cobrar) historias en medios. Así de claro: “¿Quieres vender tu historia? ¡Has llegado al lugar indicado! Te diremos de inmediato si creemos que podemos ayudarte a vender tu historia real”
¿Qué historias reales se venden bien? Phoenix Features tiene la respuesta:
*Cualquier cosa extraña o conmovedora
*Amores que vencen cualquier obstáculo
*Parejas extrañas, acontecimientos sorpresivos, situaciones de amistad (¿?)
*Imágenes graciosas o locas
*Historias médicas
*Historias de enfermos supervivientes
*Historias divertidas o inspiradoras
*Fotografías sorprendentes
*Escándalos de celebridades
Luego de entretenerme un rato en la web de Phoenix Features, escribí a la famosa Kim Willis, preguntando si era posible entrevistar a Marnie-Rae Harvey, la chica que sangra por los ojos. Willis tardó cinco minutos en responder: Sí, era posible, pero tendría que pagar por el contacto y las imágenes.
¿Cuánto había que pagar? ¿Qué incluía el precio? ¿Era esta la única forma de hablar con la señorita Harvey?
200 libras por la historia y algunas fotos. Sí, era la única forma.
¿Era posible que además de hablar con Marnie-Rae me pusieran en contacto con alguno de los médicos que la ha visto?
Sí, pero no. Primero Willis estaba segura de que no habría problema en contactar a alguno de los médicos. Un email después, según Kim Willis, Marnie-Rae Harvey no quería referirme a ningún médico porque temía que se fueran a ofender.
Ese fue el final de mi intercambio con la agente de Phoenix Features. Días después le envié un último email diciendo que necesitaría al menos un médico que pudiera confirmar la historia de Marnie-Rae. Nunca más volví a escuchar de Kim Willis.
Dos semanas después de nuestro último cruce de emails volví a escribir a Anna Doble, preguntando si habían filmado ya a Marnie-Rae Harvey como me había dicho 16 días atrás y contándole que me había comunicado con Phoenix Features, pero Kim Willis me había dicho que debía pagar para poder entrevistar a la señorita Harvey.
Doble tardó poco menos de una hora en responder: No habían filmado a Marnie-Rae, habían decidido darle un mes más (¿?) y solo habían pagado por usar las fotos.
Respondí de inmediato: ¿Cuáles fotos? ¿El retrato posado que había tomado Gareth Iwan Jones o las que había tomado Marnie-Rae Harvey con su celular?
Por último, le pregunté: ¿No le parecía sospechoso que nadie aparte de la misma Marnie-Rae Harvey o su familia hubiera sido testigo de sus “episodios” de sangrado? ¿Que ni Harvey ni su agente quisieran dar el nombre de alguno de los varios médicos que se suponía la habían auscultado?
Doble respondió escueta: “También hablamos con la madre. Pagamos una suma muy pequeña por las imágenes”.
No pude sino insistir: ¿Por lo general pagan directamente a las fuentes por sus fotografías? ¿No les pareció raro que la madre dijera que Marnie-Rae sangra todo el tiempo pero no sangrara mientras la entrevistaban (la reportera la entrevista en persona, ¿cierto?), ni mientras Gareth Iwan Jones la fotografiaba?
La editora de Newsbeat volvió a responder escueta: “Hablamos con ella por teléfono”.
Recapitulemos:
- Una reportera de Newsbeat, BBC, —Tracy Ollerenshaw— publica una sorprendente historia acerca de una muchacha británica que dice sangrar por los ojos y las orejas.
- Nadie, aparte de la muchacha misma —Marnie-Rae Harvey— y su madre, han sido testigos de estos sangrados.
- La editora de Newsbeat, BBC, jefe de la reportera Tracy Ollerenshaw, admite que la entrevista con la muchacha que supuestamente sangra se hizo únicamente por teléfono.
- Una agencia para colocar historias en medios de comunicación, que representa los intereses de Marnie-Rae Harvey, vende las imágenes y el testimonio de la muchacha a quien esté dispuesto a pagar por ellos.
- La editora de Newsbeat, BBC, admite haber pagado, pero “solo por las imágenes”.
- La agencia que representa y vende la historia de Marnie-Rae Harvey se niega a ofrecer el nombre y contacto de alguno de los muchos médicos que se supone han auscultado a la muchacha que sangra.
- La reportera y editora de Newsbeat, BBC dan por buena la negativa y no verifican el testimonio de Marnie-Rae Harvey y su propia madre con ninguna otra fuente. Pese a que solo cuentan con el relato de la supuesta enferma y la madre de esta, pese a que ninguna de las dos ha podido ver la sangre brotar de los ojos de Ms. Harvey, pese a que si el padecimiento de Marnie-Rae Harvey fuera real se trataría de uno de los dos casos documentados de hemolacria —el término médico para la extrañísima condición de quien llora sangre— en el mundo, reportera y editora publican la historia sin hablar con ninguno de los médicos supuestamente involucrados.
- Decenas de medios en todo el mundo reproducen la fabulosa historia de Marnie-Rae Harvey, la muchacha que dice sangrar por los ojos y las orejas, sin detenerse un minuto a verificar su legitimidad.
Minucias todas ellas, claro.
A estas alturas, no puedo saber si Marnie-Rae Harvey en realidad sangra por los ojos y las orejas, si bien todo apunta a que es bastante improbable. No pagué las 200 libras que su agente, Kim Willis, pidió por la historia. En el momento en que insistí con ambas en que sin hablar con los médicos que la habían tratado no había historia alguna, nunca volví a saber de ellas.
La reportera Tracy Ollerenshaw y su editora, Anna Doble, tampoco tienen cómo saberlo, no con el reporteo realizado hasta ahora. Una conversación telefónica y unas fotos que la propia Marnie-Rae Harvey les suministró, es todo lo que reportera y editora necesitaron para relatar una asombrosa historia médica. Nada más. Minucias, claro.
(*) Editor multiplataforma de Perú.21.
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