Revista Opinión

La verdadera redistribución de la riqueza en España

Publicado el 18 mayo 2022 por Franky
El PSOE y el comunismo gobernantes no redistribuyen la riqueza española, como ellos afirman, sino que la reparten entre sus socios, a cambio de votos para mantener el poder. Hablan de desigualdad, pero los hechos demuestran que son los principales promotores de la desigualdad desde la Guerra Civil. Entre el PSOE y el PP, otro partido carcomido por la corrupción, han intentado, durante décadas, enriquecer al País Vasco y a Cataluña y empobrecer a otras regiones de España y lo han hecho porque necesitaban votos, violando así la igualdad que consagra la Constitución. Ahora, con el sanchismo en el poder, apoyado en el comunismo y los partidos más desleales y llenos de odio a España, la desigualdad no avanza sino que galopa. Sin embargo, a pesar de ese inmoral esfuerzo gubernamental por enriquecer a los mas ricos, el mapa económico de España se está reequilibrando, gracias al esfuerzo de los ciudadanos y de algunos dirigentes que han empezado a reaccionar contra el mafioso dominio de catalanes y vascos. El pueblo practica el boicot y los gobiernos que quieren ser prósperos bajan los impuestos, eliminan burocracia y atraen a empresas para crecer y arrebatar la riqueza que injustamente acumulan las dos regiones más desleales y egoístas de España. --- La verdadera redistribución de la riqueza en España La experiencia de Madrid y Andalucía, que son hoy las autonomías más prósperas y que más crecen, demuestra que el camino más corto y seguro hacia la riqueza pasa por erradicar a los socialistas y por bajar los impuestos, dos medidas que generan proliferación de nuevas empresas e iniciativas emprendedoras creadoras de empleo y desarrollo. La fórmula mágica se llama liberalismo económico y consiste en menos gobierno ruinoso y despilfarrador y más sociedad civil libre y emprendedora.

El PIB vasco, hace 40 años, era el 6,5 % del Nacional, pero ahora, a pesar de los privilegios y ayudas injustas del PP y PSOE, es el 5%. Sin embargo, su política nazi hizo que salieran 300.000 vascos al exilio, lo que les permite mantener la misma renta per cápita.

Cataluña llegó a ser casi la cuarta parte de la economía nacional, pero ha bajado hasta el 19% ahora.

Madrid era el 14 por ciento y ahora ya pasa del 20%.

Andalucía está creciendo más que el resto de España, gracias a que la irrupción de Vox hizo posible que el socialismo empobrecedor y esclavizante saliera de la Junta de Andalucía.

Por justicia, la economía catalana debería bajar hasta el 16 por ciento, que es su porcentaje de población. Cuando dejen de ser más ricos que el resto, no podrán mantener su discurso supremacista y se corroerán de rabia. Muchos piensan que es justo hacer con ellos lo que ellos llevan haciendo con el resto de España desde finales del siglo XIX: empobrecerlos.

El crecimiento de Madrid está provocando los celos y el odio de catalanes y vascos, acostumbrados a ser los ricos y temerosos ahora de que Madrid les arrebate el liderazgo de la prosperidad y el empuje económico. Por eso, con la sucia complicidad del sanchismo, atacan furiosamente a Madrid con intención de empobrecerla y descapitalizarla. Y lo hacen también con Extremadura, limitando su producción de cava, con Andalucía, castigando a las empresas que trasladan allí parte de su producción y con la Rioja, a la que quieren amputar la parte de Álava para manejar ellos una denominación de origen propia.

España, ante tanta vileza, bajeza e injusticia, está despertando y reaccionando para neutralizar tanto abuso y depredación desde el poder. Hasta dentro del PSOE empiezan a sentir asco de la inmoralidad del sanchismo, convertido cada día más en enemigo de España y pareciéndose a sus socios desleales antiespañoles, como son ERC, BILDU, Podemos, el PNV, los seguidores de Puigdemont y otros. Dios los cría, ellos se juntan y cada día se parecen más entre ellos.

Para España es vital que la parte honrada que queda en el PSOE reaccione y termine con el abuso y degradación que representa el sanchismo.

También es necesario restablecer la armonía, la cooperación y la auténtica igualdad entre los pueblos de España y acabar con los boicots que los ciudadanos, de manera espontánea, organizan contra los productos y las empresas vascas y catalanes, como reacción indignada y lógica a la depredación y al odio que emanan y despliegan esas regiones contra el resto de España.

Las naciones divididas y dominadas por el odio y el rencor están condenadas al retroceso y la pobreza.

Francisco Rubiales


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