Foto: Cortesía
Por Irán Aguilera
En la actual coyuntura, caracterizada por la agresión que representa la peligrosa amenaza militar del Gobierno de Estados Unidos (EE.UU.) contra Venezuela, ha quedado claro que se puede ser opositor sin ser cipayo, término este muy apropiado para referirse a las personas, lamentablemente connacionales, que hoy traicionan a la Patria al ponerse al servicio de intereses extranjeros. La vigorosa democracia de nuestro país demuestra que se puede ser opositor al Gobierno legítimo del Presidente Nicolás Maduro, ya que aquí se garantiza el pleno ejercicio de este derecho político, solo limitado por lo establecido en la Constitución y las leyes.
Los venezolanos y venezolanas saben que pueden enarbolar libremente cualquier bandera política e ideológica, pero también saben que deben hacerlo con lealtad a la Patria, sentimiento genuino que inevitablemente choca hoy, frontalmente, con la posición del cipayo, sujeto de vergonzosa posición que actúa contra los intereses de la nación venezolana favoreciendo los voraces intereses del imperialismo.
En el contexto actual, donde es necesaria la unión férrea de la nación venezolana, el 94 % de nuestra población expresa el más rotundo rechazo a una intervención militar estadounidense, el 83% asegura con firmeza estar dispuesto a defender la Patria si ocurriera tal intervención (datos de Hinterlaces), el presidente Maduro ha dicho: «…es el consenso más grande que nunca en la historia política de Venezuela se ha logrado…». Al contrario, los cipayos, dirigentes de la extrema derecha derrotada, que imploran ante el presidente Trump una intervención militar que le pagarían entregándole las riquezas de Venezuela, alcanzan menos del 6 % de apoyo.
Ante la debacle de la falsa narrativa bélica que intenta justificar las operaciones militares de EE.UU. contra Venezuela, al señor Trump no le ha quedado otra opción que comenzar a desembuchar la verdad, y lo hace a la medida de su arrogancia, mediante una nueva versión de lo dicho después de su primer mandato, cuando le reprochó a Biden porque EE.UU. estaba comprando petróleo venezolano, “…cuando me fui Venezuela estaba a punto de colapsar, hubiéramos tomado todo su petróleo, ahí justo al lado, íbamos a hacernos de oro…».
Así quedan desnudos los grotesco, criminales e ilegales llamados a invasión militar contra Venezuela por parte de los cipayos de la extrema derecha, y solo mentes delirantes debido a la alienación provocada por la propaganda imperialista pueden apoyar semejante puñalada contra la Patria, pero a los cipayos, que sí saben lo que hacen y cobran por cumplir los encargos de sus amos, no les importa nada que sus llamados puedan provocar asesinatos masivos de venezolanos y venezolanas.
El secretario general del PSUV, Diosdado Cabello, asegura que «tenemos plena conciencia que estamos amenazados por el imperio más poderoso del mundo», pero el pueblo y su Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) saben lo que tienen que hacer ante cualquier circunstancia para vencer.
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