Leo en elDiario.es que anualmente los países pierden casi 360.000 millones de euros en impuestos evadidos a través de paraísos fiscales. Es algo sin duda vergonzoso.
Es una vergüenza para los países que lo hacen posible: los llamados paraísos fiscales. Y, sorprendentemente, en la lista de los más importantes de esos «paraísos» no aparecen países exóticos, sino que, según un informe de Tax Justice (una ONG), los 5 paraísos más importantes son:
- Las Islas Caimán, que es un territorio de soberanía británica
- ¡El mismísimo Reino Unido de la Gran Bretaña! (Jersey, Islas del Canal…)
- ¡Los inocentes Países Bajos!
- ¡La angelical Luxemburgo!
- ¡Los propios Estados Unidos! (Delaware…)
También es una vergüenza para los países que lo sufren pero a la vez no son capaces de ponerse acuerdo para atajarlo de raíz. Que saben que el principal responsable de ese verdadero «eje del mal» es la propia admirada Gran Bretaña, ese país tan pulcro al que todos admiramos como uno de los (teóricamente) más serios del mundo.