En un principio, el medicamento que se ha comercializado con el nombre de Viagra no estaba destinado a combatir la disfunción eréctil, sino la angina de pecho. Todo comenzó cuando, al comenzar las pruebas del medicamento en humanos, se percataron de que tenía un milagroso efecto secundario que, por una vez en la vida, no afectaba a la salud.
LSD
Corría el año 1943 cuando Albert Hofmann, químico suizo, investigaba un compuesto químico para estimular el parto, dietilamina del ácido lisérgico. Se ve que él mismo lo había probado alguna que otra vez, pero un día, probando, probando, aumentó la dosis y, ya os lo podéis imaginar ¿no? Tuvo su primer viajecito alucinógeno.
COÑAC
Durante la edad media los mercaderes que comerciaban con el vino solían extraer de éste el agua (hirviéndolo (no tengo ni idea cómo lo hacían)), así conseguían que ocupase menos espacio en la bodega del barco. A su regreso a tierra, le volvían a añadir el agua. Listos ¿eh? Pues bueno, años más tarde, alguien, tal vez un marinero, se le ocurrió que era una perdida de tiempo rellenar de nuevo las tinajas y, mirar por donde, gracias a este hombre conocemos hoy el brandy.
PAPAS/ CHIPS…
En el siglo XIX, George Crum, cocinero, ya harto de un cliente que siempre se quejaba de que sus patatas eran demasido gruesas, un día decidió partirlas dándoles el grosor de la hoja de un papel, una vez fritas quedaron igual de crujientes que las papas que hoy en día nos comemos como niños delante del televisor. Ahora, lo que no sé es si el cliente de Crum quedaría satisfecho…