La Vilcavarada fue un pronunciamiento militar para quitar al presidente del gobierno a Luis José Sartorius que al parecer “no tenía las cuentas muy claras”. Si alguien pensó que lo de los políticos corruptos es nuevo se equivoca por completo, la corrupción siempre ha existido.
Isabel II
HISTORIA
En España reina Isabel II, el presidente es José Luis Sartorius, un señor que fundó el diario El Heraldo en junio de 1842, con un cierto “toque” conservador y que se manifestó contra el gobierno de ese momento que como no podía ser de otra manera era progresista, y a cargo de Espartero, que también había sido regente de la reina durante su infancia.
Sartorius pasó del periodismo a la política, primeramente como diputado y finalmente como presidente de la gobernación, cargo que ocupó durante cuatro años.
”En sus casi cuatro años como titular de la cartera de Gobernación, Sartorius llevó a cabo una labor bastante encomiable en ciertas áreas: fundó la Escuela de Ingenieros de Montes, desde la que impulsó una política de repoblación forestal, aumentando de forma considerable la masa forestal del país; mejoró y organizó el cuerpo de la policía; proyectó una ley de funcionarios de la Gobernación para que los destinos se consiguieran por méritos y no por favores; realizó esfuerzos enormes por mejorar la calidad de la enseñanza primaria; acometió varias reformas urbanísticas de gran calado en Madrid, como fueron las del ensanche de la Puerta del Sol, la
Sartorius
construcción del Teatro Real y la traída del agua corriente; refundió en un sólo cargo, que denominó Gobernador civil, los de Jefe político e Intendente; introdujo reformas ventajosas para el funcionamiento correcto de Correos; celebró un tratado de extradición con Francia; y, por último, obtuvo del Congreso la aprobación de una reforma arancelaria en profundidad. Sartorius también se preocupó de la vida cultural y literaria del país, proporcionando un reglamento sobre la propiedad literaria que protegía y beneficiaba a los escritores, lo que le valió el apelativo de mecenas de las letras españolas y un extenso volumen loador que le dedicaron todos los poetas importantes de la época, y que se publicó con el título de Corona.” (1)
Un señor muy “apañado”, si no llega a ser porque se puso de manifiesto su “habilidad” para “ganar” las elecciones de una manera poco democrática, y por su gran soberbia y vanidad, hasta el punto que se compró un título nobiliario, y para más “inri”, por el modo en que de “la noche a la mañana” acumuló una gran fortuna.
O´Donell
Su mayor afición era hacerles la “puñeta” a moderados y a progresistas, pero a pesar de ello no quedaba más remedio que soportarlo, hasta que por “decretazo” concedió la construcción de una línea férrea, que fue “la gota que colmó el vaso”, el resto de políticos vieron en eso una manera de favorecer a determinadas personas, entre ellas a la madre de la reina, por lo que no les gustó mucho.
Meses más tarde, en diciembre de 1853, propone en el Congreso una paquete de medidas que es denegado por amplia mayoría. Sartorius haciendo gala de un gran talante democrático solo se le ocurre… ¿dimitir?… ¡¡¡¡No!!!!… Suspender las Cortes, y aprobar el solito y por decreto los presupuestos y demás cosas que se le ocurrió, así como comenzar una cruzada despiadada contra todo aquel que no compartía sus ideas y “no le reía las gracias”… ¿Se pasa de una democracia a una dictadura?… ¡NO!… simplemente había una censura durísima, el que “hablaba un poco más de la cuenta” iba a la cárcel, y se hacía solo y exclusivamente lo que Sartorius decía, y todo esto amparado en una Constitución.
En Zaragoza se produce un alzamiento que es aplastado nada más empezar, se declara el estado de sitio y eso solo hace que empeore la situación, hasta que el 30 de junio de 1854, en que el general O´Donell y unos cuantos generales más, que contaban con el apoyo de grupos políticos y de una gran parte de la población deciden que “hasta aquí hemos llegado”, y se van a Vicálvaro, población de Madrid, en donde se produce el enfrentamientos entre las milicias de los “levantados” y las del gobierno, de ahí que a este pronunciamiento se le conozca con el nombre de Vicalvarada.
La cosa podría haber acabado aquí pero el pronunciamiento no estaba muy bien organizado, y los dos bandos se
Serrano
adjudican la victoria, sin embargo O´Donell, a pesar de decir que había ganado, es el que se marcha en retirada y perseguido por el ejercito del gobierno.
Ante este fracaso, O´Donell se reúne con el general Serrano y hablan sobre lo poco que ha calado en el populacho sus intenciones, es por ello que deciden realizar algunos cambios en sus propuestas y redactan el Manifiesto de Manzanares, en el que entre otras cosas se dice:
”queremos arrancar los pueblos a la centralización que los devora, dándoles la independencia local necesaria para que conserven y aumenten sus intereses propios, y como garantía de todo esto queremos y plantearemos, bajo sólidas bases, la Milicia Nacional. Tales son nuestros intentos, que expresamos francamente, sin imponerlos por eso a la nación. Las Juntas de gobierno que deben irse constituyendo en las provincias libres; las Cortes generales que luego se reúnan; la misma nación, en fin, fijará las bases definitivas de la regeneración liberal a que aspiramos. Nosotros tenemos consagradas a la voluntad nacional nuestras espadas, y no las envainaremos hasta que ella esté cumplida.
Esto gustó mucho más y en pocos días comenzaron revueltas en Barcelona, Madrid, Valencia y Valladolid, en donde se llegaba a gritar: “Más pan y menos consumo (impuestos)”
El caso es que José Luis Sartorius tuvo que dimitir…
… y como era de esperar al final recibió su merecido…
…¡Lo nombraron embajador en Roma y posteriormente presidente de las Cortes! …
… ¿O que esperabas que se hiciera con un político corrupto?
QUE DIJO LA PRENSA DE LA ÉPOCA
ACLARACIÓN PREVIA: Los fragmentos han sido copiados textualmente por lo que se encontraran palabras escritas que se podrían considerar faltas de ortografías si emplearamos las reglas actuales que no son las que habian en 1800. Por ejemplo, nos vamos a encontrar la /a/ monosílaba acentuada, la /x/ es sustituida por /s/, palabras como “mujer” y “jefe” son escritas “muger” y “gefe”…
Sartorius vuelve a ocupar la cartera de la gobernación el 19 de septiembre de 1853.
El católico, 20 de septiembre de 1853 – Nombramiento de Sartorius: “— En atención á las especiales circunstancias que concurren en don Luis José Sartorius, conde de San Luis, diputado en Cortes y ministro que ha sido de la Gobernación del reino vengo en nombrarle presidente de mi Consejo de ministros y ministro de la Gobernacion. — Dado en Palacio á diez y nueve de setiembre de mil ochocientos cincuenta y tres.— Está rubricado de la Real mano.”
Dos días después de su nombramiento, el diario “El Clamor Popular” , perteneciente la partido liberal, arremte conra Sartorius y su nombramiento ajeno a las Cortes.
El Clamor Público, 21 de septiembre de 1853 - Dos días más tarde de haber sido nombrado ministro de la gobernación ya empiezan las primeras críticas:
“(…) A la verdad que no sabemos si tomar por lo serio la teoría de los hombres necesarios aplicada al señor Sartoríus. ¿Qué títulos, qué dotes, qué circunstancias privilegiadas tiene el primer Conde de San Luis para elevarse sobre el nivel de los demás españoles, para hacer de Rey Sobrino en el campo Agramante de la situación? ¿Acaba de llegar de luengas tierras con h aureola de gloría que el héroe de las Pirámides? ¿Ha estado por fortuna suya distante de las luchas y miserias de los partidos? ¿Debe su celebridad á servicios de aquellos que reconocen y aplauden los hombres de todas opiniones? ¿Es persona que goza de un prestigio universal, y que inspira profunda confianza? (…) Desconfiaríamos de la salvación de España si el Conde de San Luis fuese el único que en los momentos actuales puede organizar un Gabinete á la altura de las circunstancias. Su nombramiento es quizá el úliímo iriunfo y el postrer esfuerzo de esa política que de ilegalidad en ilegalidad y de abuso en abuso nos ha conducido á la situación desesperada en que vivimos.(…) De un Ministerio formado á espaldas de las Cortes no debe esperarse él restablecimiento de la autoridad parlamentaria. De un Ministerio compuesto de individualidades aisladas, y presidido por quien se halla en pugna con todos los partidos y fracciones políticas importantes, no debe esperarse el término de las discordias y la reconciliación de los ánimos. Digalo si no la aptitud que ha tomado la imprenta, declarándose en oposición al nuevo gabinete todos los periódicos que combatían al que acaban de sucumbir, con mas alguno que le prestaba su apoyo. Díganlo también esos rumores de renuncias, esas juntas y conferencias, síntomas infalibles de impopularidad.(…)”
El Ancora, periódico religioso y social, critica duramente el nombramiento, con un artículo copiado de “El Clamor Público”
El Ancora, 24 de septiembre de 1853 – Más críticas al nombramiento de Sartorius y del resto de componentes del nuevo gobierno:
“El nombre del conde de San Luis (Sartorius) irá siempre unido á recuerdos muy funestos para la causa liberal. Bajo el gobierno de que formó parte, y desempeñando la misma cartera que hoy se ha reservado, se oprimió la imprenta cual nunca lo estuvo, se atacó la seguridad individual, se falseó y monopolizó el sufragio, se lanzaron prescripciones de oficio y se cometieron otros desafueros destructores del régimen constitucional. …¿En virtu de que principios se ha formado ese ministerio? ¿Qué significa el orden constitucional ? ¿Cuál es su origen ? No ha salido de las Cortes, porque estas se hallan cerradas. No ha salido de la mayoría parlamentaría, porque ni el Señor Sartorius ni sus colegas son jefes de ella. No representa ningún partido, porque tiene en su contra la mayoría del moderado, único en que pudiera apoyarse. No espresa ningún pensamiento político, porque es la asociación accidental de hombres que pertenecieron á diversas escuelas, y á quienes une el deseo de ejercer el mando.”El Clamor Público, 10 de diciembre de 1853 – El senado no está de acuerdo:
“La mayoría del Senado dio ayer una prueba, que le honra, de energía, independencia y respeto á la ley constitucional, en cuya virtud existe y legisla.
El Ministerio ha quedado vencido á pesar de todos los esfuerzos que hizo en esta ruidosa discusión.
El acuerdo que tomó ayer el alto Cuerpo colegislador, á despecho del señor 
pública, (…)
Se acordó que la votación fuese nominal. En este punto estuvo conforme v unánime todo el Senado. Hecho el escrutinio, resultó que votaron en favor del dictamen, objeto del debate, 105 senadores y en contra 69, quedando aprobado por una mayoría de 36 votos. Nadie esperaba que el Ministerio fuese vencido por tan crecido número de votos. (…)”
El Clamor Público, 15 de diciembre de 1853 – Cierre de las Cortes:
“(…) Después de una larga serie de ilegalidades y de ministros tiránicos, se presenta Bravo Muríllo, se convierte en verdugo de sus correligionarios y repudia la Constitución de 1840, de que fué uno de los autores.
Roncali quiere reformarla, declara que no puede gobernar con el Senado que esta ley fundamental establece, y cierra violentamente las Cortes, dando por terminada la legislatura que acababa de principiarse.
Sartorius abre los Cuerpos colegisladores, pero á los pocos dias suspéndelas sesiones. Se vuelve contra la mano que le castiga, y considera como una remora en estremo perjudicial ese Areópago vitalicio en que antes tenia toda su confianza.
Cada uno de los Ministerios presididos por los hombres que hemos citado, barrenó las actuales instituciones en la inteligencia de que no llenaban su objeto. (…)”
El Heraldo, 25 de febrero de 1854 – Levantamiento de Zaragoza:
“Sobre los sucesos de Zaragoza, que pierden ya su interés por la rapidez misma con que se ha sofocado la rebelión y por no haber encontrado eco en ninguna parte, leemos en la Gaceta de ayer lo siguiente:
MINISTERIO DE LA GUERRA.
Capitanía general de Aragón.—E. M.—
Sección tercera.—Excmo. Sr»: Desde mi último parte de esta mañana á las once, ninguna novedad ha ocurrido en esta capital, y se disfruta de completa tranquilidad: sin embargo, á fin de estar con la debida vigilancia, he dispuesto que las tropas permanezcan en los cuarteles con sus oficiales para poder salir al frente de cualquiera novedad que pudiera ocurrir.
(…)
MINISTERIO DE LA GOBERNACIÓN.
El gobernador de la provincia de Zaragoza dice á este ministerio lo siguiente:
Gobierno de la provincia de Zaragoza.—
Dominada y vencida la insurrección militar ocurrida ayer en esta ciudad, reina ya en ella la mas completa quietud. Pudiera asegurarse hasta cierto punto que nunca fué interrumpida por parte de sus leales habitantes, pues si bien algunas personas se unieron á los soldados insurrectos, eran de tal clase y condición que no deben ser contadas en el número de los honrados zaragozanos, que tan alto han escrito su nombre en la historia de este pais.
El Heraldo, 30 de junio de 1854 – Críticas a O´Donell por el levantamiento (recordemos que El Heraldo era afín al presidente):
“O’Donell no es un rebelde cualquiera que se levanta contra el gobierno constituido; no es solo el militar que quebranta la disciplina debiendo dar ejemplo de subordinación, es el enemigo de su patria, es el agente y el cómplice de los filibusteros de la Union.(…)
La rebelión de O-Donell en otras circunstancias hubiera acabado con su reputación de militar; pero ahora, después de babor sido indicado como favorecedor de planes contra la integridad de nuestro territorio, hay derecho, lo repetimos, para calificarlo de enemigo de su patria.
(…) el trono no corre peligro alguno, y que los que han levantado la bandera contra él se estrellarán en las bayonetas de sus leales defensores.
S. M. la Reina se dignó colocar con sus mismas manos y al frente de las tropas, la charretera de subteniente al valiente cabo del regimiento de Estremadura que, viendo herido á su capitán, por impedir que los rebeldes sacasen el regimiento del cuartel, mandó hacerles fuego y los persigúió..
El señor presidente del Consejo de ministros ha pasado á los gobernadores de provincia la siguiente circular, llena de energía, de justa y noble confianza y de senlimientos leales y patrióticos.
Subsecrelaría.—Negociado 3.”—Ayer se puso en conocimiento de V. S. la escandalosa sedición militar ocurrida en esta corte. Hoy debo añadirle que habiendo decidido S. M. la Reina con este motivo volver á Madrid desde el real Sitio de San Lorenzo, donde se hallaba, (…)”
El 1 de julio de 1854 es publicada la orden de destitución como general del ejercito español de O´Donell por el levantamiento militar contra el gobierno de Sartorius
La España, 1 de julio de 1854 – O´Donell es destituido como general del ejercito:
“MINISTERIO DE LA GUERRA.
REALES DECRETOS.
La deserción cometida en febrero último por el teniente general don Leopoldo O’Donell, conde de Lucena, produjo mi real resolución de 14 del mismo, dándole de baja en la lista y nómina de los generales del ejército español, los indicios entonces vehementes de su crimen de conspiración contra el Estado, son ya hechos consumados, y el general O’Donell, al levantarse ayer en abierta rebelión, ha probado su deslealtad y alevosía. (…)”
El Genio de la Libertad, 5 de agosto de 1854, Ascenso de O´donell.
“Tomando en consideración los muchos méritos y servicios del teniente general don Leopoldo O’Donnell, conde de Lucena, vengo en promoverle á capitán general de los ejércitos nacionales. Dado en Palacio, etc.”
“Pocos momentos después tuvo lugar una escena que satisfizo á todos, y que aumentó el entusiasmo del pueblo. Espartero y O’Douuell se asomaron juntos al balcón, y el primero pronunció con voz conmovida esta breve arenga:
“Patriótas, hemos peleado juntos como liberales y nos abrazamos como liberales. Abrazaos vosotros también.” En seguida tuvimos la satisfacción de ver estrechados al ilustre iniciador de este gran movimiento y al presidente de la junto de Zaragoza.”
“Progresistas o Conservadores todos tenemos dignidad para no doblar nuestras rodillas” – Proclamaba el diario La Época el 13 de sepotiembre de 1854
La Epoca, diario constitucional de España, 13 de septiembre de 1854.- Aceptación del manifiesto de Manzanares.
»Nadie tiene que abjurar errores, porque todos reconocemos sinceramentel haberlos cometido, por más que algunos de ellos hayan, traido en pos de si torrentes de sangre; nada de abjurar doctrinas, porque todos hemos aceptado el manifiesto de Manzanares y la célebre proclama del ilustre vencedor de Luchana al pueblo aragonés; nada de humillaciones, nada de preeminencias entre nosotros,(…)”
ENLACES DEL ARTÍCULO
(1).- http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=sartorius-luis-jose
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