‘La vida de Adéle junto a ‘Nynphomaniac’, es una de las películas más polémicas de los últimos años.
Adéle, una joven de 15 años confundida con sus emociones, una día conoce a Emma, una joven de pelo azul, sus sentimientos y confusión sexual se tornarán ambiguos y difusos, lo cual -como en la vida real- la someterán a un juicio de valores por parte de su familia y amigos. Ella, descubrirá lo que es ser adulta en una sociedad en la que no se acepta ni se comprende su orientación sexual. Desprende naturalidad por todos sus poros.
La autora de la historia, está molesta porque cambiaron su idea totalmente, más allá de una adaptación. Lo que dijo fue: “se tomaron ´libertades creativas´ y además de eso el director del film representa el sexo lésbico desde un punto de vista completamente pornográfico”
En la novela gráfica, no existe Adele, existen Emma y Clementine. El instante entre la primera parte y la segunda del filme no existe. Dramatizaron exageradamente la sexualidad y el final no fue abierto, simplemente fue inconcluso, algo que se critica de la adaptación, el final de la obra original es bastante diferente.
He visto algunos materiales audiovisuales (documentales, trabajos universitario, tesis, etc.) de temática LGTB y causa frustración ver cómo un director comprime extremadamente un material único fantástico como es el cómic, en el que se tratan múltiples temas: las relaciones familiares, el amor, los amigos, el trabajo, los estudios, a lo que parece atraerle exclusivamente: las múltiples posturas de dos lesbianas en la cama. Este enfoque reduccionista busca solamente la fogosidad y el morbo de hombres ya que se las muestra como objetos sexuales con el pretexto de que es necesario ver esas escenas pornográficas para entender la vida de la protagonista. Y de esta manera “la vida de Adéle” queda reducida a “La loca vida sexual de Adéle”.
En las escenas polémicas entre las dos protagonistas, fueron usadas vaginas falsas fabricadas al molde de sus cuerpos para que las actrices filmaran las escenas de sexo. Por lo que se sabe, la escena tardó aproximadamente más de una semana en ser grabada y dura más de ocho minutos. Esto generó demasiada polémica en el sector LGBT pues dicen que el amor entre estos personajes, no se asemeja a lo que es en la vida real.
Se tuvo demasiadas expectativas del filme, la evolución de la relación entre Emma y Adéle termina transformándose y mostrándonos un cliché tras otro, ya se ha visto estos temas triviales más de una vez, para quedarnos con el deterioro de una pareja, volvamos a ver ‘Blue Valentine’, esto no quiere indicar que ‘La vida de Adele’ es una mala película, al contrario, tiene algunos elementos de estilos narrativos e interpretativos que hacen que valga la pena estar tras la pantalla las tres horas que dura la película.
El filme es largo y puede hasta ser aburrido cuando trata de llegar al perfeccionamiento logrando que el público pierda interés en la historia de amor de Adéle y Emma. Es una pena que las escenas de sexualidad sean demasiado largas, grotescas y por lo tanto, poco creíbles, terminamos viendo a dos actrices enamoradas de su trabajo y además de ello, cansadas de repetir cada momento la misma escena, preferiría ver a estos personajes descubriéndose y expresando lo difícil que puede ser desarrollarse como adulto en una sociedad que no entiende muy bien por qué eres como eres.
Al final, lo que resulta más encantador del film es eso: el revelamiento de la sexualidad y las contrariedades que pueden llevar las tomas de decisiones que perturbarán y cambiarán la forma de ver la vida de Adéle, es por eso que considero que la primera parte y todo esa lucha interior de Adéle que transformará su vida para siempre es lo mejor de la película. Un descubrimiento que vendrá por Emma, el azul (color de cabello de Emma) irá floreciendo en la vida de Adéle hasta que termina de encontrarse a sí misma y que esto se muestra a la perfección como alegoría visual de un cambio interior.