Era una falta de consideración no ponerme, 14 años después, con la Vida de Manolo, tras haber terminado la vida de Arcadio. No termino de cogerle la medida a Pla; quizá en catalán sea otra cosa. Es verdad que se lee como si se hubiera escrito ayer, teniendo cien años el libro, pero poco más.
Algunas notas de interés. La infancia de Manolo Hugué tiene lugar en el crepúsculo de un mundo, el de la Cataluña plenamente española. Estaba llegando el nacionalismo de segunda vuelta, el rancio, el romántico. Recuerda en su niñez, en los años setenta del XIX, que la banda municipal de la ciudad daba conciertos y los coros cantaban el "Gloria a España" de Clave y los "Rigodones de África", en homenaje y recuerdo de las gestas de Prim. Una Barcelona previa aún a la industrialización en la que el protagonista confiesa que "siendo joven me morí de asco".
A los señoritos los llaman Sumer en el argot, confiesa Manolo... ¿viene de Su Majestad el Rey?