La vida de Pi

Acabo de verla no hace ni dos horas. Salgo algo decepcionado de mi butaca de visonado, pero no porque sea mala película, sino porque el mensaje que pretende difundir es una gran imbecilidad y solo parece que contente a almas sencillas y algo crédulas. En fin.

La peli versa sobre la historia fantástica de un naufragio y una elección personal que cada espectador que ve la peli debe tomar en un momento dado del metraje de esta. Yo, como tengo muy claro desde hace muchos años lo que pienso al respecto de la cuestión que he comentado anteriormente, no opino sobre esa pregunta y no pienso que sea mejor o más ingeniosa película por plantearte esa cuestión personal. Yo veo la peli, y luego la critico.

Un hindú le cuenta a un escritor una historia sobre un naufragio, y se supone que el hindú, con su relato, hará que el escritor entienda que dios existe. Pues bueno, tras la peli, tras la historia e independientemente de que esta sea buena o mala, la historia no demuestra nada, no convence de nada y suena un poco a triste mierda, la verdad.

Ahora vamos con la peli: el primer tramo donde se desarrolla el comienzo de la vida del narrador, en la India, el metraje corre y corre y resulta entretenido, no pesa ni agota.

El naufragio está muy bien resuelto. Lo que si cansa un poco es la longitud de la acción como naufrago; para mi gusto es algo extenso, aunque tiene su tiempo de desarrollo necesario. Pero lo siento un pelín largo, la verdad.

El desenlace resulta bueno; no por la moraleja sobre dioses reales o inventados, sino por la segunda lectura que se hace de la acción del naufragio. Magnífica -y terrible- como argumento teatral, que a fin de cuentas es el cine: teatro que se filma.

Lo que queda tras esa segunda -y genial- lectura de la acción es el hecho de que el escritor se convenza de que dios existe, y esgrimir que este existe porque sino sería todo muy feo y desagradable y que hay que elegir la opción más bonita porque sí, es un argumento que insulta la inteligencia de cualquier ser humano con dos dedos de frente.

Película pasable, pero sin tirar cohetes. Anecdótica es un adjetivo que le queda muy bien.

[Por El niño sipote]