Revista Cultura y Ocio
Estos días atrás, y no recuerdo en que cadena de televisión, he vuelto a mediover la película "La vida de Truman", película que en su día tuvo tres nominaciones a los oscares, y que narra las peripecias de su protagonista que desde el momento de su nacimiento y a través de miles de cámaras ocultas, su vida es transmitida en tiempo real a todo el "planeta".
Supongo que muchos de ustedes la habrán visto.
Esta mañana cuando veía el rescate de los mineros chilenos, por algún circuito cerebral que desconozco, me acordé de la película.
El Presidente chileno Piñera me recordaba al actor Ed Harris, que en la película interpretaba al director del show televisivo. Las últimas 48 horas de angustia de los mineros no se las quiere perder.
Bien. Lo más importante, sin lugar a dudas, es el rescate de estos mineros. Por supuesto.
Pero me pregunto yo si el ultraconservador Piñera va a resolver algunos de los graves problemas de la minería en su país.
Me pregunto si van a expedientar de forma seria, ya tiene abiertos varios expedientes sin efecto, a la empresa explotadora de la mina, por las condiciones de inseguridad con la que trabajan los mineros.
Me pregunto si les van a pagar el retraso en el cobro de los dos últimos meses de sus míseros sueldos: 900 euros al mes, según apunta el diario Público.
Me pregunto si además de ponerles, cosa cierta y no inventada por esta bloguera, asesores de imágen para sacar el mayor fruto a los contactos con los medios de comunicación, les van a solucionar su "vida laboral".
Señala hoy Carlos Bayo, en este artículo de opinión, "Los índigenas seguirán sepultados", que esos 33 mineros, todos chilenos menos uno boliviano, que han estado casi 70 días, bajo 700 metros de profundidad, son todos de raza indígena o mestiza. Por supuesto, ninguno de puritita raza blanca ya que ésta se reserva para el presidente y sus asesores.
¡Porco mondo! y además falso e hipócrita.
Mi enhorabuena a los mineros y les deseo que exijan a las autoridades una mejor garantía en su trabajo y un sueldo digno y justo.