Revista Opinión

La vida deseada

Publicado el 07 diciembre 2016 por Carlosgu82

Agatha es una chica joven, con dotes artísticos, le gusta la pesca, el arte, es muy sociable y también es algo romántica. No quiso estudiar para algo que fuera a retenerla muchas horas en una oficina, así que se puso a dedicar al arte y hacer cosas con sus manos. Vamos que quiso una profesión que le llenara como persona, un trabajo que le costara sacrificios, pero a la vez que le diera sus frutos. Por lo que un buen día se fue a vivir a un pueblo que llama Bahía, allí se fue a emprender esa vida que deseaba. Era un lugar tranquilo, la población es media, y no sólo tenía lagos para pescar, sino un inmenso océano. Aún  no tenía donde vivir , pero ella veía eso la gracia de esa experiencia que estaba experimentando y que iba a seguir experimentando. Así que, lo primero que se le ocurrió para empezar a ganar dinero era pescando. Ella pescaba y lo que pescaba lo vendía en el mercado. Con lo que ganaba lo podía ir ahorrando. Tras estos días, Agatha conoció a un matrimonio que estaban afincados desde hace mucho tiempo en el pueblo, eran de familia de clase media. Ella  se llamaba Brianna y él Paul. Los tres conectaban bien amistosamente, a su vez Brianna le propuso a Agatha que se quedara en su casa, ya que tenía una habitación libre, por lo menos hasta que Agatha pudiera comprarse una casa.

Y así fue, Agatha seguía pescando y vendiendo lo que pescaba, eso le hizo ahorrar mucho dinero y se pudo comprar una casa que ella misma pudo empeza a construir, poco a poco fue poniendo su casa a su gusto. Una tarde, cuando reunió suficiente dinero, se compró un lienzo con su caballete, pues esa era la pasión de Agatha. Pintar. Al principio no ganaba mucho dinero. Pero a la larga le iba a dejar muchos beneficios. Tal parece los beneficios que le dejaba el pintar, que poco a poco fue abandonando la casa del matrimonio que la acogió, Agatha fue terminando de construir su casa. Al fin pudo empezar la vida que soñaba. Al mes siguiente, pudo conseguir piedras para entallar, llego hacer varias estatuas, que también vendía y daba mucho más beneficios  que los cuadros y los pescados juntos.

Dos meses  después, conoció a un chico muy simpático y muy guapo, se llama Leo. Al principio solo fueron buenos amigos. Es cocinero, tiene muchas cosas en común con Agatha. Pasaron los días. Y Leo se fue a vivir con ella, hasta eso momento solo eran buenos amigos. Pero un día, el roce de vivir juntos y el verse todos los días, casi a todas horas, fue surgiendo el amor…

Cierto día, a Leo le habían ascendido en su trabajo, paso hacer el chef superior del restaurante y a Agatha le habían contratado para poner sus cuadros y estatuas en una exposición durante tres años. Por fin, Agatha ya tenía la vida que deseaba. Trabaja en lo que a ella le apasiona y un marido que la apoyaba en todo. Sí. Se llegaron a casar y tuvieron tres hijos.

Con esto puedo decir, que cada uno de nosotros, puede sembrar la vida que deseamos. Con un poquito de esfuerzo.


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