La vida en 24 horas

Hace mucho tiempo, cuando yo no me despegaba de la televisión sino para ir a trabajar o de farra con mis amigos, cuando dejaba que mi VHS y/o mi grabador de DVD capturaran muchas horas de series que luego veía saltándome los comerciales, mis gurús seriéfilos no eran otros que Sony Entertainment Television, Warner Channel, Axn, Universal Channel y Canal Fox. En esa época yo no leía blogs, no comentaba demasiado sobre lo que veía, pero tragaba horas y horas de ficción de la misma forma que hoy en día lo hago. Y claro, así fue que asistí a ese gran momento televisivo que supuso ver una serie que presentaba los acontecimientos en tiempo real, reemplazando las elipsis con pantallas divididas que mostraban lo que iba sucediendo minuto a minuto durante una hora de trepidante acción. Aquí, en este párrafo, caerá el major spoiler de la primera temporada de 24.24, con Kiefer Sutherland (a quien odio desde que hizo Línea Mortal y odié aún más cuando engañó a la diosa Julia Roberts con una stripper llamada Amanda Rice –por lo que ella lo dejó horas antes de ir al altar– ja, ¡toma ya!), estuvo entre las series que yo vi apasionadamente semana a semana durante su primera temporada. Me gustó, la disfruté, me parecía la leche, pero juré que nunca, nunca, nunca-más volvería a verla después de que, en el episodio final, la zorra de Nina Myers disparara y matara a Teri Bauer. Y venga, que lo cumplí durante 9 años. Fin spoiler.Y falté a mi palabra, señores, (que en cuestión de abandonar series no vale nada) porque una de las cosas (cosota) más importantes que me dejó 2009 fue la fascinante, hermosa, atractiva Katee Sackhoff. :D Y bueno, Katee fue fichada para la nueva temporada de 24 y yo tenía muchas ganas de volverla a ver.Su personaje en la octava temporada me aburre, me indigna, me fastidia un poco (no por ella, sino por el patán que la molesta) y no me interesa de a mucho, pero ahí estoy, viéndola, porque es lo que hay. En el camino me he encontrado una serie que yo llamo bien “peliculera” que quiere mostrar que Jack Bauer lo puede todo (y no, ni que fuera Chuck Norris) pero que con los días (o sea, las horas) me va atrapando poco a poco y yo creo que voy hasta el final, y me quedo tan a gusto. De no ser, claro, que les dé por cargarse a Katee y entonces yo haré un juramento similar al que hice aquella vez (y lo cumpliré ,a menos que pongan en la serie a Kate Winslet o algo así).Acotación muy importante: Esta nena también me gusta mucho, yummy! (pero chicos, no lo intenten, no veré las otras temporadas). Y volver a ver a Leoben me fascina.El título de este post me sirve también para contarles que Veronica Ciardi, la otra chica protagonista de la historia de amor que yo sigo en el Grande Fratello y que continuaba dentro de la casa, la ha abandonado pocas horas antes de yo escribir estas líneas. Por lo tanto, yo volveré a saber lo que es vivir las 24 horas de mi día sin estar pegada al Justin espiando sus movimientos. Se acabó verla a cada minuto, ver los resúmenes diarios, buscar las traducciones en español e inglés para ver lo que decía y se acabó eso de dormir 4 horas (la diferencia horaria me alteraba porque cuando yo “madrugaba” ya había pasado de todo en Italia y me lo perdía).Ahora que Il Sogno es una realidad, solo veré las galas cada lunes, estaré monitoreando algunos programas de televisión y de radio buscando entrevistas de Sarah y Veronica, pero nada que ocupe más de 10 horas en toda la semana, por lo que podré hacer como la gente normal y salir a la calle a tomar el sol, pasar por la oficina y trabajar menos desde casa, ver a mis amigos (algunos son padres recientes y no conozco a su hijo), recompensar a mi novia por todas las visitas con el computador conectado directamente con Italia, ponerme al día con las series, comentar más seguido sus posts y bloguear. Sí, bloguear, se siente extraño pero esta entrada es un buen comienzo.Así que estoy de regreso en las 24 horas de mi vida y tal vez no salvaré al mundo de grandes catástrofes, pero al menos sí salvaré el mío personal.Este post ha sido aprobado por Chuck Norris.