Lo que es yo, no pienso salir a la compra sin estudiarme antes bien la guía verde y roja sobre los transgénicos.
Entre los alimentos en la lista roja que la mayoría de las personas que conozco consume sin pensar ni remotamente en la posibilidad de que contengan elementos genéticamente modificados: Nescafé, flanes Dhul, productos Delaviuda, chocolates Valor, pastas Buitoni, helados Ben&Jerry's, cereales Kellog's, Cacaolat, yogures Clesa, papillas Milupa... y un larguísimo y preocupante etcétera.
Esta es la Semana estatal de Lucha contra los Transgénicos, que concluye el domingo con una manifestación en Madrid. Los transgénicos amenazan nuestra salud y deterioran el medio ambiente.
Contaminan otros cultivos y destruyen la agricultura familiar, agravando el hambre en el mundo. La coexistencia no es posible. Los consumidores tenemos el derecho y la responsabilidad de conocer y decidir cómo y dónde se producen nuestros alimentos. Continúa leyendo.
Mi huerto favorito, en septiembre pasado. Atención al tamaño de los girasoles y del maíz.