“La vida precoz y breve de Sabina Rivas”, de cuando el destino golpea

Luis Mandoki, director de la película. Fotografías de Doc Pastor

Sabina (Greisy Mena) consigue un pasaporte falso, donde pone que tiene 18 años, aunque según los oficiales de inmigración, no supera los 16. Trabaja en un prostíbulo de México, Tijuanita, que se encuentra en la frontera con Guatemala. Allí canta y hace otras cosas mucho peores, todo por conseguir su sueño:  tener los papeles para salir de México, y ser una gran artista en otro Estado como, por ejemplo, Francia.

“La vida precoz y breve de Sabina Rivas” muestra una realidad donde los sueños son disparados por una realidad cruda, envuelta en el narcotráfico, la corrupción policial y la prostitución.

Luis Mandoki, uno de los directores emblema de México, llega a Seminci con dos largos, el que realizara en 2004 con “Voces Inocentes”, para la sección de cine mexicano, y su última película, que se presenta en Sección Oficial, y ha causado expectativas como una de las candidatas a llevarse este año la Espiga de Oro.

Y es que la película cuenta con una excelente narrativa donde todos los personajes se desenvuelven para hundir el destino de Sabina hacia la cama de la prostitución, y no el escenario del canto: el cónsul don Nico (Miguel Flores), que reniega de entregarle unos papeles que le separen de su lado, la matrona del prostíbulo doña Lita (Angelina Peláez), que quiere retener a Sabina a toda costa, por el beneficio económico que le reporta o el agente migratorio mexicano Burrona (Joaquín Cosio), que ha visto en ella una manera de mantener contento a su compañero “el gringo” Patrick (Nick Chinlund).

Ante todo ello, Sabina cuenta con una especie de ángel de la guarda, alguien que la observa desde la sombra y la protege de todo ese mundo, siempre y en la medida que puede. Se trata de Jovany (Fernando Moreno), un joven a quien conoce de mucho antes y con quien comparte un pasado oculto. Desde que se dejaron de ver, los tiempos han cambiado para ambos, ahora Jovany  ha conseguido entrar en la banda La Mara, que se dedica a saquear a los compatriotas que intentan salir del país.

El libro original a partir del cual se adapta este largo de Mandoki se llama precisamente ‘La Mara’. El filme, sin embargo, ha trasladado todo lo relativo a esta banda como a una parte más en el enclave que marca la vida de Sabina. Un personaje que, por su parte, derrocha el carisma que le ofrece esa mezcla de ternura y fortaleza, inmadurez y gravedad.

Luis Mandoki

Pero además, la obra enmascara una realidad que resulta peor que en la ficción. La delincuencia en el país mexicano ha llegado hasta tal punto que han tenido que criminalizar el tatuaje, como reconocía Luis Mandoki en rueda de prensa.

La realidad no es fácil para Sabina, los astros parecen haber descuidado su estela, y sólo de vez en cuando aparece alguien que quiere rescatarla de esa vida precoz y breve que está amarrando su futuro. Si esta ayuda es suficiente para que la protagonista encuentre la salida hacia un lugar mejor, se sabrá al final del filme. Sólo se puede adelantar que en él se cerrará una puerta;  para saber si esta deja a México dentro o fuera, es recomendable conocer su historia. Merece la pena.

Dafne Calvo

Por afecto o por defecto, pero me encanta el periodismo. Sueño con un mundo dibujado sobre viñetas, donde esté prohibido comer palomitas en el cine.

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