La vida priva de Pippa Lee de Rebecca Miller

Me ha sorprendido bastante que La vida privada de Pippa Lee haya cosechado algunas críticas bastante malas. A mí personalmente me ha gustado, y mucho. Primero, porque se basa en una novela de Rebecca Miller, hija de Arthur Miller, que ella misma se ha encargado de dirigir, con lo que, aunque no he leído el libro, imagino que la adaptación se habrá hecho mejor que en otros casos en los que los directores se empeñan en introducir su "toque personal". El reparto es inmejorable: la protagonista Robin Wright Penn demuestra que tiene multitud de registros y con su sola presencia llena la pantalla; Keanu Reeves; Julianne Moore; Maria Bello; Monica Bellucci; Alan Arkin; Blake Lively; y una histriónica Winona Ryder, en uno de esos papeles que le van como anillo al dedo. La película se centra en Pippa, que va evolucionando ante nuestros ojos a medida que vamos conociendo su historia. Pippa es una mujer madura que vive junto a su marido Herb, mucho más mayor que ella, es la perfecta esposa, madre de dos hijos, ama de casa y anfitriona, parece una de esas mujeres grises y sin personalidad que viven a la sombra de un hombre de éxito. Sin embargo, Pippa comienza a contarnos su vida, desde los problemas de adicción a los antidepresivos de su madre cuando ella era pequeña y su difícil relación con sus progenitores; hasta sus propios problemas con las drogas, y un oscuro secreto del pasado que le hizo tomar una decisión trascendental en su vida. Cuando su marido decide retirarse a un barrio de las afueras lleno de jubilados, Pippa se sentirá sola y aislada, y sólo conseguirá conectar con Chris (Keanu Reeves), quien también tiene su propia colección de recuerdos dramáticos a sus espaldas. Lo mejor de la película es ver la evolución de la protagonista, y cómo muchas personas viven toda una vida bajo una máscara, cuando en realidad su verdadero yo es muy diferente del que muestran a los demás.