Crees que lo sabes.
Tienes todo el tiempo,
el día es eterno
y lo dominas todo.
Y sin embargo, siempre llega el momento el destino y la muerte te colocan en tu sitio.
Un golpe en el pecho te hace despertar, tropezar y caer,
sentir la tierra en la cara.
Ves como a tu lado se encienden las luces y el camino desaparece. La noche te cae encima.
Ahora caminas con esa maldita sensación de ver como se hace tarde y la vida se escapa con los sueños.
(Abuelohara)
