La vida vale la pena vivirla
Buscamos la felicidad y con ella una vida perfecta, pero, ¿Existe esa vida perfecta con la que tanto soñamos? Esta pregunta nos la hacemos frecuentemente sin encontrar aún la respuesta. Desde que estamos niños soñamos con ser adultos felices y cumplir con el modelo preestablecido por la sociedad, y cuando somos adultos soñamos con vivir una vejez plena y tranquila .Las experiencias acumuladas nos demuestran que la vida es un carrusel en el que constantemente estamos dando vueltas, y en el que en muchas ocasiones perdemos el control del manejo. No obtenemos todo lo que deseamos de la manera esperada y en muchas ocasiones las cosas toman rumbos inimaginables. Pero eso no quiere decir que no podamos lograr nuestros sueños, solo que en muchas ocasiones el camino es largo, tedioso y con obstáculos difíciles de sortear, pero no imposibles. Perdemos el tiempo pensando en lo que no hicimos y en lo que vamos a hacer, sin disfrutar de la realidad presente. Queremos el trabajo perfecto, el amigo perfecto, el cuerpo perfecto, la familia perfecta, el carro perfecto y hasta la mascota perfecta. No tomamos en cuenta que la noción de lo perfecto es un concepto creado por nuestra mente según nuestra crianza y los valores que hemos interiorizado a lo largo de nuestra existencia. La vida nos va presentando situaciones y oportunidades maravillosas, personas que nos acompañan incondicionalmente en el recorrido, experiencias enriquecedoras e inigualables, momentos de soledad que nos sirven para reflexionar y ser mejores personas. La vida es hermosa y nuestro paso por ella debe ser disfrutado y saboreado con alegría y amor a pesar de las dificultades, porque el vivir a plenitud, aceptando y lidiando con las contrariedades es donde está el secreto de la felicidad.Autor: María Gabriela LeónBuenos Aires, 27 de febrero de 2013