'La vieja guardia', de John Scalzi

"-Puedo disparar -dijo Watson, asomándose por encima del peñasco-. Déjeme cargarme a uno de esos bichos.
-No -respondió Viveros, nuestra cabo-. El escudo todavía está alzado. Sólo malgastarías munición.
-Chorradas -dijo Watson-. Llevamos horas aquí. Nosotros estamos aquí sentados. Ellos están allí sentados. Cuando baje su escudo, ¿qué se supone que tenemos que hacer, acercarnos y empezar a dispararles? No estamos en el puñetero siglo catorce. No deberíamos fijar citas para empezar a matar al otro tipo.
Viveros pareció irritarse.
-Watson, no se te paga para pensar, así que cierra el puñetero pico y estate preparado. No va a tardar mucho, de todas formas. Sólo queda una cosa de su ritual antes de que empecemos.
-¿Sí? ¿Y qué es? -dijo Watson.
-Van a cantar.
Watson hizo una mueca.
-¿Qué van a cantar? ¿Canciones de película?
-No -dijo Viveros-. Van a cantar nuestras muertes."

En el cumpleaños 75 de John Perry, el protagonista de la novela, realiza dos cosas: visitar la tumba de su esposa y alistarse en las Fuerzas de Defensa Coloniales (FDC). En este futuro turbulento la humanidad sigue manteniendo pugnas estériles, pero la colonización de nuevos mundos es una actividad pujante, y la lucha contra diversas razas extraterrestres, inevitable.
Las colonias necesitan sangre joven para prosperar y expandirse, la Tierra se reconstruye después de algunos intercambios nucleares y un virus de esterilidad. Los ancianos terrestres son los reclutas perfectos, firman un documento donde se declaran muertos en la Tierra, pierden todas sus posesiones, y se enrolan un tiempo mínimo de 2 años en las FDC, si sobreviven pueden pasar a formar parte de los grupos colonizadores, con un cuerpo nuevo y una vida nueva.
Todos los ancianos son enviados mediante un elevador orbital, y transportados mediante una nave espacial al planeta de entrenamiento. Durante el viaje se les descarga la conciencia a un nuevo cuerpo, un cuerpo joven diseñado para combate, con la sangre verde para utilizar el mecanismos fotosinteticos, con capacidades cardiovasculares aumentadas, modificaciones oculares y transmisores cerebrales para comunicarse en grupo sin hablar, o recibir actualizaciones de las acciones de combate.

De la segunda mitad del libro en delante, el autor se concentra en la diferentes batallas espaciales, y la posibilidad de transferir a Perry a las tropas de élite humanas, Las Brigadas Fantasmas.
A 50 años de la publicación de Tropas del Espacio, Scalzi realiza una actualización y un homenaje al libro de Heinlein. 
Un ritmo excepcional, una historia amena e interesante, si te gusta la ciencia ficción militar este libro es una excelente opción.