Revista Opinión
LA VIEJITA Y EL POLVITO
La semana reciente que pasó, penúltima de Septiembre, se parecería a las convulsionadas semanas anteriores de no ser por un detalle, las afirmaciónes injuriosas de Maduro: – ¡Trump, me quiere asesinar!- y, la otra, en la que dice: -Hago responsable de lo que me pase a julio Borges-. Creo, que perdí la cuenta de los cuentos echados por el Sátrapa sobre su ”automagnicidio”, lo cual después del anuncio magnicida número veinte, si no me equivoco.., me pareciera que vuelvo a ser parte de un “Gran Velorio” que arropa a toda Venezuela entre lágrimas, sufrimiento y tristezas. Y, donde lo dirige un “Cuenta Cuento”, deshonesto, inmoral y embustero, quien está acompañado por unas viudas y brujas que le hacen el papel de hipócritas rezanderas, en el funeral del pueblo venezolano y que él como todo asesino regresa al lugar del crímen y asiste a su entierro.Chico, me recuerdo de los cuentos aquellos de mis tiempos de muchacho. Si, vale, los “cachos” de aquellas noches de velatorio cuando un Cerriteño, allá en Margarita, pasaba a mejor vida...Y en donde mi querida abuela, Mamá Chica, hasta me llegaba a regañar diciéndome _ Muchaaa..cho, deseándole la muerte al prójimo pá escaparte a bochinchar en las noches, ¡Hijo ér Diablo! Porque te digo y no me creerás, pués, no había que negar que el caserío despertaba de su letargo y aflicción al morír un Cristiano, en la única calle del poblado y en donde sus noches se transformaban, aúnque suene raro decirlo, en noches de alegres velorios durante nueve días. Noches mágicas envueltas en cuentos, rezos y juegos, aderezados en medio de la pérdida del vecino, por el humo de las calillas y cigarros, con aróma de chocolate y café y por el alborozar inocente de los muchachos. Cuando ocurría ese desenlace, la comunidad ayudaba a limpiar y a ordenar la casita de los familiares del difunto, dentro y fuera de ella, tanto en el porche como en el patio. Al llegar la noche la gente se vestía como de domingo para asistir a los rezos de “cuerpo presente”, sobre todo las mujeres, porque los hombres, aquellos compañeros conuqueros, más los amigos de farras y travesuras, se dirigían al patio a brindar con caña clara y rón El Muco, por las aventuras y salud que gozó en vida el susodicho.
Allí sentados alrededor de varias mesas, unos jugando Ajiley o Truco, otros echando una manito de Dominó y nosotros, la muchachada, con los juegos de Fusilao, Cuarentamata, entre otros juegos; todo ésto, mientras que el muerto en su descanso final, estaba dentro del negro ataúd de madera, allá en la sala de su casa, flanqueado por las rezanderas y parientes que de vez en cuando pegaban unos gritos, los cuales hacían caer de las sillas a más de un descuidao.Y entre rezos, juegos y descansos, los contadores de cuentos. Te menciono, que entre ellos, destacaba Ñeco, el cuentista oficial de Los Cerritos, quien le sacaba risas donde había lágrimas, tanto a familiares como a los amigos del que se fué al más allá, con el chiste que nos echaba..., y mira que Ñeco, sabía de cuentos como otras tantas habilidades, a pesar de haber sufrido en la infancia una parálisis infantil que lo obligaba a caminar con piernas y brazos, vulgarmente dicho, en cuatro patas... Así servia a su comunidad en otros menesteres, como el de barbero y enfermero, al saber usar una inyectadora.
Con todo y eso, su moral, honestidad y dignidad, lo hacía merecedor del respeto y admiración de los lugareños... No como el cuentista de Nicolás Maduro que es un mentiroso, sórdido e injurioso y que no goza del respeto de la población buena y honesta de Venezuela como lo tiene Ñeco, allá en mi pueblo, porque aún vive con sus casi cien años de edad.Fueron tanto los cuentos de mi amigo, que me vienen a la mente dos y que lo explico como uno porque soy mal cuentista, muy bien apropiados al momento político por la que estamos atravesando.
Tales como, “El enamorado de la Casa de Chicón y la Chinigüa” y “Me quieren asesinar”. Intentaré explicarte, pués trata de un “Católico Margariteño” muy rompe corazones, que se encuentra con una hermosa mujer cuando regresa de un baile de los lados de Aguaevaca y que luego de convencerla por el camino hacia Los Cerritos, se la lleva a la mencionada casa y al llegar allá, trata de poseer, infructuosamente, a la bella joven y ésta, se le convierte en un huesero. Un blanco esqueleto que le dice al asutado Cerriteño: - ¡Te salvas por la Cruz que llevas, carajo! A lo que le replica el Ñero: - Y tú, te salvas porque no te conseguí, hueco, piazoévaina! Por lo tanto, con lo anteriormente dicho, entre el peo de Maduro y Borges.., puedo concluir que el Chinigüa de Maduro se ha salvado porque no le hemos conseguido el hueco por donde darle duro, a ese desgraciado; porque anda como la viejita del polvito, ya que buscando dar lástima vá vociferando a los cuatro vientos del planeta que: - ¡Me querían asesinar, porque me iban a echar un polvito!-. Mientras, que aquí en el país de nadie porque parece no dolerle a nadie, somos partícipe de éste “Gran Velatorio”, esperando por nuestro entierro, si no reaccionamos a tiempo en contra de los “Opositores de la Oposición”; los cuales, son unos gobierneros a favor de Maduro, desde “lo mayami”, llamando a la ABSTENCIÓN para las Regionales y así dejarle todo el país rojito, con las 23 gobernaciones, al chavismo, como en el 2005, con las parlamentarias.QEPD Venezuela, si le hacemos caso a estos ABSTENCIONISTAS de los Opositores de la Oposición: ¡Quinta Columnas, todos ellos, brazo civil del Socialismo del Siglo XXI!Jesús Francisco Gómez @chuitoelderosa [email protected]
“Las imágenes que salen en la portada, no son de responsabilidad del autor del escrito”
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