En su obra "El Imperio" el periodista Ryszard Kapuscinski desnuda al régimen soviético con un relato soberbio. Lo recomiendo al igual que el resto de sus trabajos.
De "El Imperio" me sorprendió como ciertos pensamientos que parecían erradicados vuelven a florecer, y como ejemplo tomo el siguiente párrafo:
“Al mundo lo amenazan tres plagas.
La primera es la plaga del nacionalismo.
La segunda es la plaga del racismo.
Y la tercera es la plaga del fundamentalismo religioso.
Las tres tienen un mismo rasgo, un denominador común. La irracionalidad, una irracionalidad agresiva, todopoderosa, total. No hay manera de llegar a una cabeza tocada por una de estas plagas. En una cabeza así arde constantemente una santa pira en espera de víctimas. Todo intento de entablar una conversación serena está condenado al fracaso. Aquí no se trata de una conversación sino de una declaración. Que asientas a lo que él te dice, que le concedas la razón,que firmes tu adhesión. Si no lo haces, ante sus ojos no tienes ninguna importancia, no existes, pues sólo cuentas como un instrumento, como un arma. No existen las personas, existe la causa".