En 1960, el supuesto “Padre de la Democracia” Rómulo Betancourt, ordena a la antigua Fuerza Armada la violación de DDHH / ¿Qué hubiera pasado en las guarimbas de 2014 si la Cuarta República siguiera mandando?
Caracas, 12 de febrero de 2015.- Hace casi 55 años, el ministerio de la Defensa “informaba” a la colectividad que “las tropas en misiones de orden público tienen la facultad para DISPARAR contra saqueadores, incendiarios y revoltosos que hagan resistencia. También están autorizadas para identificar y requisar a cualquier hora a toda persona que estimen necesario al mejor cumplimiento de su misión”.
El aviso (que para las nuevas generaciones del siglo XXI adquiere características insólitas) era un hecho normal en el siglo pasado, cuando los gobiernos de la Cuarta República suspendían frecuentemente las garantías constitucionales y establecían Toque de queda militar para evitar las manifestaciones públicas y la libre expresión, violando los DDHH y la vida misma de los venezolanos, de manera flagrante y abierta. Sin embargo, el acabóse de esta aberrante conducta gubernamental se vivió en febrero de 1989, cuando se cometió la más brutal masacre contra el pueblo de Venezuela conocida como “El Caracazo”
Pero hace más de medio siglo, la orden del llamado “padre de la Democracia”, Rómulo Betancourt, dando instrucciones por decreto presidencial, en evidente abuso de sus atribuciones, fue publicada sin mucho escándalo por la Gran Prensa Nacional de entonces, con un título escabroso: “Orden de Disparar reciben las tropas”. Como hecho curioso y cínico, se aseguraba que estaba “garantizado el orden constitucional”.
A continuación, una muestra de cómo la prensa de la época (cuya hemeroteca sirve como prueba histórica de los abusos de gobiernos puntofijistas violadores de los DDHH) se acostumbró a publicar estas “noticias”, y las evidencias del apoyo incondicional que recibía el gobierno de Betancourt por parte de los jerarcas de la Iglesia católica venezolana y de las autoridades de EEUU.
- ¿Qué hubiera pasado en la Venezuela del siglo XXI con los vándalos y terroristas de las guarimbas de la derecha en las calles del país, si en vez del Gobierno Bolivariano estuvieran mandando los puntofijistas?
- La suspensión de garantías constitucionales daban la excusa hasta para matar:
- Las altas autoridades eclesiásticas de Venezuela, en la persona del arzobispo de Caracas, Monseñor José Humberto Quintero, no cuestionaron nunca la represión de Betancourt y exigían la obligación de respetar al Gobierno Constitucional:
- El apoyo incondicional de EEUU al gobierno puntofijista de Betancourt era más que elocuente, incluso apelando hipócritamente a “principios constitucionales” que, en el siglo XXI venezolano, olvidarían sin vergüenza alguna:
- Los culpables eran siempre dirigentes de la izquierda venezolana. Aunque la historia contemporánea desenmascaría a algunos:
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