Antes de la Virgen María, nunca hubo ningún otro ser humano en la tierra que creyera en Jesús como Cristo, el Mesías, y lo aceptara con fe como el verdadero Hijo de Dios. Por eso, sin temor a equivocación alguna, afirmamos con alegría que es ella, María, la Madre del Señor, quien por gracia del Padre obtuvo el honor de haber sido la primer persona cristiana de todos los tiempos.
La Virgen María fue no solo la primera en aceptar a Jesucristo, sino además, bien podemos, basados en las Sagradas Escrituras, considerarla como la primera evangelista, la primer criatura que, a través del Espíritu Santo, anunció la buena nueva de la llegada del Salvador.
Si bien alguien podría intentar objetar que ya los profetas del Antiguo Testamento anunciaban al Mesías, y que por tanto se puede inferir que creyeron en Jesús, esto sería incorrecto, pues ellos creían en la futura llegada de "un mesías", pero no sabían a ciencia cierta quien sería exactamente este mesías; sabían de él algunos detalles, como que nacería de una virgen, que vendría del linaje de David, etc., mas fue María la que por primera vez creyó en el mesías concreto, real, verdadero, al no dudar de lo que le estaba sucediendo, al no desconfiar del ángel ni de sus palabras, al serle anunciado que concebiría en su seno a un niño y que ese niño, justa, exacta y concretamente ese niño, era el Hijo del Altísimo, el Salvador tan esperado.
María se convierte en la primer creyente en Cristo Jesús cuando luego de escuchar, no ya una lejana profecía, sino el anuncio oficial de que el Hijo de Dios estaba a punto de encarnarse y llegar al mundo a través de ella (ver Lucas 1:28-37), ésta sin ninguna vacilación cree, acepta y se entrega con gusto al papel central que le fue divinamente asignado en el Plan Redentor de Dios, afirmando: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» (Lucas 1:38)
Pero, como afirmamos anteriormente, María no solo cree que va a concebir por obra del Espíritu Santo a un niño que llamara Jesús y que éste es realmente el Hijo de Dios, La Santa Virgen María además es la primer persona a través de la cual es anunciado Jesucristo a otros seres humanos, con décadas de antelación, incluso, al comienzo del magisterio público de Nuestro Señor y del trabajo evangelizador de los apóstoles. Jesús es anunciado a través de María a su prima Isabel, quien al apenas escuchar la voz de la Virgen en su casa, se llena del Espíritu Santo y exclama:
«Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señorvenga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!» (Lucas 1:42-45)Esto nos demuestra y nos enseña que la Santa Virgen María, "la madre del Señor" como la llama Isabel inspirada por el Espiritu Santo, es el cristianismo mucho más que un simple "vaso usado", como con tanto desprecio la llaman ciertos grupos pseudo-evangélicos protestantes. Así como Abraham es el padre del pueblo de Dios del Antiguo Pacto, del pueblo judío, por ser éste el primer hebreo de la historia, así también, con toda justicia, y con pleno sustento en las Sagradas Escrituras, la Virgen María puede ser llamada la Madre del Pueblo de Dios del Nuevo Pacto, la Madre de todos los cristianos.