Contaba mi tío Félix, que en
épocas en que él era un jovencito un amigo suyo tenía una camioneta Rastrojero
con un toldo de lona en la caja, que la convertía en algo así como una
mini-casilla rodante, y en una de las ventanas que se cubrían con plástico
transparente había un pequeño cartel escrito a mano que decía: La virginidad es
una enfermedad. Aquí se vacuna”
Nunca se supo si ese cartel, por
aquel tiempo bastante original, atrajo a alguna incauta o tal vez incauto que
totalmente convencida/o de tal aseveración hubiera pedido ser vacunado.
La cosa viene a cuento por una
noticia que publica hoy Infobae:” La impactante cifra de vírgenes que alarma al
gobierno de Japón”
El gobierno de Tokio lanza
incentivos para que los japoneses se casen y formen una familia, pues preocupa
que “un significativo número de personas
de ambos sexos entre los 18 y los 34 años nunca han tenido relaciones íntimas;
entre los hombres, el número alcanza el 42 por ciento, y en las mujeres el
porcentaje asciende al 44,2.
No debe uno entrometerse en este
tipo de cuestiones, pues en realidad pertenecen al fuero íntimo de cada quien,
pero no puedo resistir la tentación de hacer alguna que otra reflexión sobre el
mentado y siempre polémico tema de la virginidad:
En principio, no habría que hacer
tanto ruido por una contracción muscular que dura apenas unos pocos segundos,
Sucede que a veces la virginidad
no es un don sino una falta de ocasión,
O como decía el experto Marqués
de Sade: … ¿cómo podemos pensar en la extravagancia de que una criatura
femenina pueda tener mayor valor por tener una parte de su cuerpo poco más o
poco menos abierta?
O como decía mi abuela: La mujer
que no tiene suerte con los hombres, no sabe la suerte que tiene, y así y todo
parió doce hijos. Claro no era japonesa.
O bien todo se resuma en una
frase de Monsieur le docteur Ralph “Una de las supersticiones del ser humano es
creer que la virginidad es una virtud.”
Final: mi abuela no leyó nunca a
Voltaire; tampoco era supersticiosa.
Yo mientras tanto, estudiaré
japonés acelerado, prepararé un cartelito que diga:
処女は病気です。ここでワクチン接種されていますque es la misma leyenda del Rastrojero pero en nipón y
luego me iré a tentar suerte en la tierra del sol naciente....
44,2% níveas, impolutas...... te
imaginás.¡
fuente:Infobae,
imagen de la pelicula Belleza americana.