
Con un discurso muy sosegado, y la tranquilidad que da no estar "atado" a nada, ha expresado líbremente lo que piensa de unos y otros, así como su postura ante la crisis.
De toda su intervención, en la que ha estado acompañado por Antoni Castells, actual conseller de Economía, me quedo con la reflexión sobre la sanidad y el Estado del Bienestar.
Ambos han hablado de un modelo de 'copago' en la sanidad pública del que hasta ahora yo nunca había reflexionado, y la verdad, es muy razonable y lógico.
En su discurso, mantenían la idea de que es muy probable que nosotros, la famosa 'Generación Y', seamos los primeros en no vivir mejor que nuestros padres, o al menos, personas que lo han hecho en los '90 e inicio de Siglo.
La situación no tiene porque ser dramática. Y es que como muy bien explicaban ambos, que no vayamos a vivir mejor, no significa que lo vayamos a hacer peor. Simplemente por la coyuntura económica nos puede tocar vivir de "una manera distinta". En este rango es donde se ha matizado el alto nivel del Estado del Bienestar en España, y es que a lo mejor es hora de tener que apoyar de manera directa con nuestro bolsillo si queremos seguir siendo envidia de todo el mundo.
El modelo está, existe, es una ventaja con respecto a por ejemplo países del Este de Europa, ahora tan sólo debemos plantearnos cómo lo mantenemos ante la brutal Deuda pública que padecemos.
¿Copago de la sanidad pública? Pues mire, como todo en esta vida, si las cosas se saben exponer y desarrollar, ¿por qué no? Ambos políticos hablaban de una progresividad en ese pago, es decir, que las rentas más altas paguen más, y lo cierto es que puede ser solución de muchos problemas.
La cultura del "todo gratis" puede que esté tocando a su fin, y ahora más que nunca es hora de saber replantear nuevos modelos que abran nuevas incógnitas para ofercer soluciones diferentes.