La visita del Presidente Obama a Cuba

La visita del presidente Barack Obama a Cuba el próximo mes es algo histórico que hubiera sido extraordinario, si no fuera porque las condiciones que el mismo presidente Obama había establecido como condición para que se realizara se hubieran cumplido.

Los pueblos de Cuba y Estados Unidos han sido siempre pueblos amigos y la única condición que el presidente Obama había solicitado era que el gobierno cubano realizara avances en el área de los Derechos Humanos. Sin embargo, no solo no ha habido avances en esa área, sino que los últimos meses han sido de represión continua contra los disidentes. Se puede afirmar y hay datos suficientes para corroborarlo, que lejos de disminuir, la represión ha aumentado.

No veo lógico buscar fortalecer los lazos con el pueblo y el gobierno de Cuba, cuando el pueblo no se puede expresar con libertad, no tiene acceso masivo a los medios de comunicación modernos, no puede discrepar con el gobierno, y mucho menos crear organizaciones y Partidos Políticos que puedan retar el omnipotente y totalitario poder del estado cubano.

Es totalmente ilógico que si alguien trata de crear un partido opositor, inmediatamente interviene la seguridad del estado y con métodos, a veces sutiles y a veces nada sutiles, lo impide. Se obliga a las personas a permanecer en sus casas, o se les detiene y se les confiscan sus computadoras y teléfonos. Lo mismo se hace con los simpatizadores que hubiera logrado aglutinar. Manifestar admiración por el vecino del norte se considera casi una traición y se organizan turbas que realizan actos de repudio contra esos opositores “traidores” a la revolución.

No cabe duda de que el presidente Barack Obama es popular en Cuba como lo demostró una reciente encuesta. Se le reconoce como un presidente amigo que ha intentado dejar atrás la guerra fría y ha buscado desarrollar un nuevo esquema  para mejorar las relaciones entre los países que fue bautizado con el significativo nombre de deshielo.

Pero como ya mencioné en alguna ocasión, el único actor en el deshielo ha sido el gobierno de los Estados Unidos porque el gobierno de Cuba sigue congelado.  Yo deseo que en Cuba exista libertad, se respeten los Derechos Humanos y existan oportunidades de desarrollo y prosperidad para todos los cubanos. Yo deseo que ningun cubano tenga que salir de su país para buscar en otros esa libertad, esas oportunidades y esa prosperidad que el régimen totalitario castrista les niega en su propio país.

Por eso no están dadas las condiciones para que el presidente Obama visite Cuba y no solo no están dadas las condiciones, sino que pecaríamos de optimistas si creemos que ese viaje va a servir para algo, y créanme que desearía equivocarme.

No niego que en Cuba se han hecho algunos cambios, pero esos cambios han sido guiados más por la necesidad económica que por un genuino interés en mejorar. Por eso los cambios han sido tibios y por eso los cubanos siguen escapando de su país tan pronto como pueden en un interminable éxodo.

Debemos aceptar que los responsables de que se logren cambios reales en Cuba somos los propios cubanos, pero las visitas de los líderes del mundo libre y en particular la del presidente de Estados Unidos más que servir como catalizador para dichos cambios, sirven para reforzar la imagen de la revolución castrista, levantan la fuerza moral del marxismo y hacen más difícil para los activistas cubanos el poder  luchar por esos cambios.

Respeto al presidente Obama, pero le digo que se equivoca al visitar Cuba sin que el gobierno castrista haya realizado la más mínima concesión en lo que se refiere a los Derechos Humanos.

El viaje del presidente Obama no tiene ningún sentido en este momento y por eso me opongo completamente a que se lleve a cabo.