El dato no es para despreciar, y hasta puedo decir que uno se queda de piedra, o lo que es peor le entra la flojera cagona, oyendo en tiempos de crisis que la visita de un "jefe de Estado"o de Líder Espiritual haya podido costar la friolera de unos 25 millones de euros, o sea más de 4000 millones de pesetas de la de Franco.
Lo cierto es que parece desorbitante, aunque para relajarse uno puede enfatizar la cuestión jugando a las comparativas y puede relativizarlo con que ese mismo dinero o más, fue lo que ganaron los de la Selección "roja" dando patadas a un balón, o seguir por esa senda de ver cuantos se palia de nuestra crisis con esos dinerillos.
Pero si analizamos el viaje desde fuera, no del anticlericalismo, sino desde el observador crítico si es que lo soy, porque después de que a uno ya de por sí le satanizan como anticlerical por el hecho del defender el laicismo, pues supongo que todo lo que diga ira como se suele decir a "misa", pero sigo en mis trece y analizo lo que he visto como televidente y lector de prensa diaria.
La visita mirada desde el punto del marketing, estoy por asegurar que fuera de los funambulismos de Libertad Digital, La Razón y otros, se puede decir sin ambages que ha sido un fracaso, ya que se ha pagado por algo que ha arrastrado a menos, forofos, hinchas, partidarios, seguidores o creyentes que la "roja" en su llegada a España.
Es más, siguiendo con esa filosofía de la relativización comparada he de decir que hasta la casposa Alaska y su Fangoria y otros adicto al canto han juntado más gente que el Pescador de San Pedro en tierra de promisión como es España, y ya no hablemos de si la "bolsa sona" porque no ha sonado, pero es más el sucesor de Pedro ha fracasado doblemente.
Ha fracasado en tanto que su puesta en escena y telemarqueting no ha funcionado, está claro que no es el líder pastoral que ha arrobada a las masas como hacia predecesor Juan Pablo II; las TVes por más esfuerzos que hacían en señalarnos la larga espera de los creyentes, podíamos ver que era más literaria que real, pues detrás del entrevistado, no había nada... y por tanto si el Mensajero de la Paz lo que ha reunido es lo que hemos visto en Santiago y algo más en Barcelona, se puede aseverar que tantas sillas sin ocupar en Santiago y sin torbellinos de gente queriendo ver al "ombudsman" de la orbe católica, es algo que se asemeja mucho a un descalabro .
Lo que hemos visto es una especie de sombra con tiara, tieso y acartonado incapaz de irradiar esperanza más allá del cerrado circulo de su solideo pontifical, salvo en algunos gestos muy avariciosos, lo cierto es que ni las fotos ni poses televisivas tal vez por eso se prestan tanto a lo "gore"y lo grotesco.
Debieran sus señores los obispos y cardenales más allá de lo sentimental, y eso lo dice un laicista, analizar más fríamente todo ese desarrollo, pues un zaguero de segunda fila como el mitrado de Santiago tuvo más gancho, más sonrisa, más cercanía que Míster Ratzinger, que cuando escuchaba la alocución que se le brindaba cuando en gallego, cuando en castellano parecía como ausente como un marciano acabado de llegar a la tierra.
El viaje ha sido también de algún modo una desilusión desde la perspectiva pastoral porque que el sucesor de Pedro, el representante de Dios, su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo en la tierra haya logrado convocar a tan solo a los que nos dicen los medios informativos, es para analizar y reflexionar tras la cifras astronómicas -que decían los medios eclesiásticos- de creyentes y seguidores que llegarían a hasta las capitales gallega y catalana.
Y no es crítica de anticlerical, es solo ponerse ante el televisor y ver con los ojos abiertos y espíritu también abierto, porque de lo contrario o muy torpes eran los realizadores, o es que la cosa iba a trancas y barrancas, ya que se veía mucho jovencito/a llevados en volandas a cantar los canticos eclesiales de los años 70, se veía mucha mujer camino de la madurez, y porque cosa creyente, más allá de ciertas adscripciones o perfiles sociales o religiosos que están en la mente de todos y que pululaban por las escenas televisivas, digamos que la asistencia era más que justita y se tiró bastante de la emigración a juzgar por las banderitas..
Pero es más la puesta en escena en pleno siglo XXI es esperpéntica y hasta si me apuran es ridícula e incluso vejatoria ver circular a un líder religioso metido en una especie de cabina telefónica con ruedas en medio de la soledad de la ruta, y con un despliegue policial de esas consideraciones, cuando eso no se da en otros líderes mundiales; tal vez es que la querencia de la Iglesia Católica por las hornacinas les pierde, ahora si que me ha salido la vena un poco "anticletical".
Pero qué le vamos hacer, todo ese ridículo montaje medio funerario debe producto de la necropsia vaticana que no permite ver que después de Juan Pablo II, los modelos de uso y forma debían ser distintos pero es evidente que el circunspecto de Ratzinger, el gran estratega el Mensajero de la Paz, no da para más.
Venía dicen misión pastoral el llamado Mensajero de la Paz , y detrás de sí ha dejado un reguero incendiario con calificaciones que todos han querido matizar, pero que han sido gordas y de un calibre que solo se permiten en esta España nuestra, desde las palabras y los discursos del propio sucesor de Pedro y de su entorno, han sido lo que se dice una "pasada" comparar el movimiento laicista actual con la situación del 31 yo creo que para justificar y justificarse.
Le ha salido al Mensajero de la Paz, su vena de doctrinario de sesudo teólogo que ha olvidado la labor de la iglesia durante toda la historia de esta tierra, que ha tenido tiempos gloriosos, pero en el "debe y haber" de la sociedad española tal vez pesen los errores los atrincheramientos tridentinos, la expulsión de pueblos enteros, de religiones y creencias y la exterminación de hasta heterodoxias católicas, los tribunales de la inquisición...todo ello lo tiene en su haber la Iglesia Católica, y como no la colaboración con las dictaduras , como la que tuvo con el régimen franquista; ante todo ella esa Iglesia peregrina, esa cúpula vaticana debiera ser más cauta y más su líder espiritual, que debiera haber puesto en la balanza de la fraternidad y la caridad lo que ha recibido y recibe de España antes de hacer pronunciamientos como los que ha hecho en Santiago y en Barcelona.
En este viaje ha habido también equivocaciones por parte del Gobierno de Zapatero, al que de nuevo le ha mordido la mano una Iglesia tramontana y áspera como ella sola, acostumbrada al ordeno y mando, que sin recogerse los frunces de los hábitos talares pone de vuelta y media al país a nuestra historia, clavando el alfiler de la memoria histórica sobre el 31, y situándose claro está en una amnesia colectiva hacia el quehacer histórico, como si hubiera sido una película inmácula, que analizada por episodios puede dar pavor al más pintado.
Y no hay que olvidar que la propia iglesia para no reconocer su propio naufragio está empeñada en buscar culpables y es de sonrojo que se tenga al pacato laicismo español, que aún se debate entre si esto que hacemos es laicismo o lacidad, y hasta nos hemos dejado hurtar santo y seña, y para más inri hasta nos han metido la suerte de varas hasta el corvejón que es lo que le viene bien al estamento eclesial, calificarnos de sucesores del anticlericalismo español, cuando la realidad es que nosotros estamos a cientos de años de distancia ese postura político-ideológica, lo que no puede decir la iglesia tridentina de los Rouco, de los Camino, los Osoro... del catecumenado , etc...
Está claro que la iglesia católica vaticana y española, le viene bien el incipiente movimiento laicista, las leyes laicas que dice que hace Zapatero, de esta manera tiene un espantajo con el que torearse y torear, obviando el por qué sus seminarios de vacían, por qué sus curas abandonan sus iglesias, y por qué los teólogos y los creyentes más sensatos se separan cada vez más de sus jerarquías, de sus sucesores de Pedro, porque la obscena iglesia vaticana ha ido ajardinando su propio fracaso con sus ocultamientos, con su negativa a las condenas de abusos eclesiales de todo tipo, color y tamaño... con esos discursos vacíos de la liberación de la mujer, y luego ver a cuatro monjitas lavando tanta masculinidad como desarrollan sus patriarcales eminencias.
Puede darse por contento el movimiento laico, porque está claro que contamos con un gran aliado de primera magnitud, y ese es ni nada más ni nada menos que el estamento eclesial católico, que dice querer dar la mano para ir hacia el consenso y dialogo, y a la mínima que tiene micrófono sale con el 31, con el canto del cisne del anticlericalismo y a punto estuvieron de aparecer los muertos eclesiales del 36, supongo que no habrá que recordarle a Ratzinger los saludos fascistas y demás andanzas.
En todo caso nuestro laico gobierno que flojea por los cuatro costados, que da una de cal y otra de arena, ha hecho los deberes a medias, y es evidente que se ha dejado una vez más morder la mano por una iglesia ávida de dineros, que se coge a los Concordatos franquistas como el nazareno a sus clavos. Eso es lo que tenemos un gobierno de medias tintas, jugando a estar y no estar, si era una visita pastoral sobraba bastante de la presencia gubernamental, si era la de un "Jefe de Gobierno" habría que haberse explicado mejor
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En todo caso una vez más se patentizó, [ ya para cerrar el círculo anticlerical en el que me colocan D. Manuel Guerra y D. Ricardo de las Heras de estar a la cabeza de la internacional anticlerical y lacista ] una vez más la alianza entre el altar y el trono, con tanta presencia real, y quedan luego esa cositas de las paradojas, de un mitrado santificando la obra de un posible etc...