
Que me gusta un thriller ya lo sabéis todos y para el verano aún más, es la lectura perfecta para las tardes de calor en piscina y playa así que cuando me ofrecieron esta novela no tuve ninguna duda en leerla. Las comparaciones con “Perdida” y “La chica del tren”, dos novelas que disfruté mucho en veranos anteriores, intenté no tenerlas muy en cuenta por aquello de que las comparaciones, en demasiadas ocasiones, son odiosas; y la etiqueta de libro del año y similares siempre procuro cogerlas con pinzas. Quizá por eso para mí la novela que reseño hoy ha sido una lectura bastante más entretenida de lo que lo ha sido para otros lectores. Hoy os hablo de “La viuda”.
Sinopsis
Si él hubiera hecho algo horrible, ella lo sabría. ¿O no?Todos sabemos quién es él: el hombre que vimos en la portada de todos los periódicos acusado de un crimen terrible. Pero, ¿qué sabemos realmente de ella, de quien le sujeta el brazo en la escalera del juzgado, de la esposa que está a su lado?El marido de Jean Taylor fue acusado y absuelto de un crimen terrible hace años. Cuando él fallece de forma repentina, Jean, la esposa perfecta que siempre le ha apoyado y creído en su inocencia, se convierte en la única persona que conoce la verdad. Pero ¿qué implicaciones tendría aceptar esa verdad? ¿Hasta dónde está dispuesta a llegar para que su vida siga teniendo sentido? Ahora que Jean puede ser ella misma, hay una decisión que tomar: ¿callar, mentir o actuar?
La autora
Fiona Barton cuenta con una dilatada carrera en el mundo del periodismo, ex redactora de sucesos delDaily Telegraphyy ha trabajado en muchos juicios, incluyendo la desaparición de Madeline McCann. Fue galardonada con el prestigioso Premio Nacional de la Prensa británica.
Mi opinión
Fiona Barton nos traslada con “La viuda” al condado de Hampshire. En dos planos temporales conoceremos a Jean Taylor, esposa y ahora viuda de Glenn Taylor, el que fuera el principal sospechoso de la desaparición de Bella Elliot, una niña de dos años, ocurrida en 2006, cuando su madre estaba en la cocina y ella jugaba sola en el jardín delantero de casa. Una minuciosa investigación de la policía, con el inspector Bob Sparkers a la cabeza, les llevará hasta Glenn, pero carecen de pruebas, solo tienen indicios, y Jean, la única que puede ayudarles a desenmascarlo no parece muy dispuesta a ello. Ahora que su marido ha fallecido y que la prensa sigue acosándola día tras día en la puerta de casa, la actitud de Jean no parece ser muy distinta hasta que Kate Waters, periodista del diario sensacionalista Daily Post, consigue una entrevista en exclusiva con ella.

Fiona Barton
Alternando presente, 2010, y pasado, 2006, la autora nos mete de lleno en la investigación de la desaparición de una menor, pero ahonda sobre todo en la psiquis de una mujer inocente y sumisa, al menos en apariencia. Una mujer siempre a la sombra de su marido desde que muy joven, siendo él un prometedor ejecutivo bancario y ella una sencilla aprendiz de peluquería, se conocieran. La fe de Jean en su marido es ciega aun cuando todos los indicios apuntan a que ha sido él el responsable de la desaparición de la niña, pero la policía choca una y otra vez con la terquedad de esta mujer que defiende a capa y espada a su marido. ¿Cuánto sabe en el fondo ella de él? ¿Realmente ha estado tan ciega como para no ver lo que estaba sucediendo delante de sus narices?Todas estas preguntas se plantean en esta novela en la queel interrogante principal es si conocemos tanto como creemos a la persona que vive bajo nuestro mismo techo y con la que compartimos cama todos los días. Como cualquier novela centrada en el ámbito familiar, en este caso en la vida de pareja, la lectura puede resultar inquietante si nos planteamos precisamente ese desconocimiento sobre la realidad de la otra persona, aun así la autora desaprovecha un poco la tensión narrativa que este tema podría haber conferido a la lectura. Con una narración a tres voces: la de Jean Taylor, la de Kate Waters y la de Bob Sparkers,“La viuda” nos trasladará al infierno de la investigación y nos mostrará el acoso de la prensay las sospechas de familiares y amigos que no saben qué pensar. La autora nos conduce por un terreno pantanoso en el que todo son dudas como también lo serán para un lector que no dejará de preguntarse si realmente Jean es tan tonta e inocente como parece o simplemente ha hecho suyo eso de que no hay mayor ciego que aquel que no quiere ver. Es sin duda ella el personaje mejor perfilado de los cuatro principales que encontramos.La chica que muy joven queda deslumbrada por el joven que quiere comerse el mundo y que, desoyendo los consejos de sus padres, decide casarse muy pronto con él. También Glenn, al que conoceremos de forma indirecta puesto que cuando la novela comienza él ya ha fallecido, es un personaje bien perfilado y fácilmente reconocible para el lector.Ese tipo ambicioso, con un futuro prometedor, el típico simpático que rápidamente sabe ganarse a los demás y, sobre todo, ese tipo manipuladory tajante que necesita una esposa sumisa y con pocas ambiciones como lo es Jean.
En cambio los otros dos protagonistas de la novela, y narradores, me han resultado un poco más planos. Kate Waters, la conocida periodista que no tiene demasiados escrúpulos a la hora de conseguir una noticia, me ha resultado un personaje del que Fiona Barton podría haber sacado mucho más provecho. Lo mismo me ha ocurrido con el detective Sparkers, un policía muy implicado en su trabajo, pero con el que me ha costado un poco conectar porque no siempre he entendido sus reacciones y su relación con la periodista. De igual modo Dawn Elliot, la madre de Bella, una mujer joven, madre soltera, que también sufre el acoso de la prensa, es un personaje del que me hubiera gustado conocer un poco más cómo vive la desaparición de su hija y el trato que está recibiendo por una parte de la opinión pública que la culpabiliza de ello.
Pero Fiona Barton se centra en Jean, Jeanie a veces, cuando nos muestra su lado más vulnerable, y se centra de tal modo en ella que en ocasiones “La viuda” se torna un tanto lenta en su lectura, conun ritmo muy distinto al que solemos esperar en un thriller. Un ritmo que tampoco se ve agilizado por los continuos saltos en el tiempo que, aunque en modo alguno dificultan la lectura, sí parecen en ocasiones dar vueltas en torno al mismo tema y a las mismas emociones. La soledad de Jean ante todo y frente a todos queda patente página tras página y, aunque es un personaje cuya actitud dista mucho de lo que yo considero razonable, no me ha sido difícil empatizar con ella en muchos momentos, ponerme en su lugar y llegar a comprenderla a pesar de que jamás habría actuado como ella.
En definitiva, “La viuda” es una novela que he disfrutado y que a pesar de no tener el ritmo trepidante que esperamos de este tipo de lecturas, me ha resultado bastante entretenida. Una novela que nos aboca a la angustia de un hogar cuando se cierra la puerta y se borran las sonrisas.
Ficha técnica
