Cristina Fernández, la viuda Kirchner, dirá riendo entre aplausos de montoneros y piqueteros “Mirá como tiemblo”. Tal debe ser su reacción ante las represalias prometidas por el Gobierno español por la expropiación de YPF a Repsol.
A la viuda Kirchner le importa poco lo que hagan España, la Unión Europea o EE.UU porque al anunciar la expropiación, mientras evocaba a su marido muerto ante una foto de Evita, siempre presentes los fantasmas peronistas, su mente estaba en China, a sólo 33 días en superpetroleros, de donde espera recibir miles de millones de dólares.
China, imperialista vengadora al estilo del siglo XIX, no ha olvidado las Guerras del Opio, y está tomando el poder económico en numerosos países donde explota doblemente a los nativos y a los proletarios chinos que envía en terribles condiciones a extraer materias primas, incluyendo el petróleo..
Argentina está en una angustiosa situación económica, con poco crédito internacional, pero con una China expectante, con su comunismo capitalista que le chupa los leucocitos a quien le pide ayuda, y con su creciente poderío naval intimidatorio.
Si La Viuda se atreviera a expropiar las inversiones que China hará en Argentina, podría recibir en viaje de cortesía una flota como Thatcher mandó otra a las Malvinas-Falklands.
Pekín-Beijing va tomando posiciones en países que van a la ruina, mientras EE.UU. se repliega y se somete también a China, su banquero, y Europa es una potencia que sin haber nacido ha dejado de serlo.
La Viuda necesita 30.000 millones de dólares anuales de inversión para sostener el país, tiene poco crédito en la economía internacional, pero posee el tercer yacimiento mundial de gas pizarra en Vaca Muerta, valorado inicialmente en 250.000 millones de dólares con los que soñaba Repsol-YPF.
Vaca Muerta, otro cadáver fantasma y peronista para Pekín, sobrado de dinero y necesitado de combustible argenchino.
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SALAS