Por tres ciclos he sido testigo de verdadera magia.
He visto procesos de sanación suceder ante mis ojos.
He experimentado luz que se asoma de las sombras tenebrosas que tanto evitamos.
He oído voces silenciadas despertar.
He tocado almas y
Pieles congeladas derritiéndose ante el contacto del amor.
Cuerpos mirandose por primera vez con ojos de aceptación. Bailando al ritmo de la música interior.
He sentido la fuerza del poder de cada uno manifestándose al servicio de todos.
He experimentado los estados más elevados de la humanidad que florece cuando trascendemos los guiones aprendidos y cuando resignificamos nuestras heridas.
Cuando finalmente dejamos las excusas y asumimos nuestra luz.
He presenciado verdaderos milagros.
Este fin de semana me supe en un salto cuántico. Ese que se da cuando reconocemos nuestros verdaderos colores y desde lo más oscuro permitimos que se proyecten hacia afuera, en la profunda aceptación.
Gracias Nicolás Velásquez por crear estos espacios en donde te atreviste a ser y a confiar.
Gracias por tu valentía de visitar tu sombra y llevar a tantos de la mano tan sutil y amorosamente a visitar la propia.
Gracias por abrirme espacio a mi para acompañarte en esta travesía.
Gracias a todos los que confiaron sin pensarlo y dieron ese paso al vacío para hacer todo esto posible.
El proceso de La Voz de la Sombra ha nacido y está lista para iluminar.