Continúa esta pequeña Vuelta a Galicia dentro de la Vuelta a España con una interesante etapa que añadirá más dureza a los días finales de la carrera, además de un nerviosismo lógico en los participantes debido a las fases tensas del recorrido en algunos momentos. Sin duda alguna una encerrona en toda regla para estar tan cerca del final, y una pérdida segura de fuerzas antes de la decisiva etapa de Ancares del sábado.
La etapa recorre la zona de Pontevedra con un largo tramo cercano al mar y un interesantísimo final que ya os hemos descrito en otra ocasión, donde se pueden esperar algunas diferencias entre los favoritos. Y también resulta ideal para los cicloturistas, que pueden encontrar suficientes atractivos en este recorrido como para adaptarlo a su día a día.
Las Islas Cíes
Es posible recorrer la carretera costera, pasando por lugares tan reconocible como Villagarcía de Arousa, MArí y O Grove, disfrutando de unas estampas inmejorables sobre la mar y consiguiendo un entrenamiento de calidad gracias a los muchos metros de desnivel que se acumula por esta ruta. Eso sí, de nuevo te recordamos que tienes que tener especial cuidado por esas carreteras, que son siempre muy concurrida, sobre todo en días de playa, y por las que tendrás que rodar con precaución y mil ojos sobre el asfalto.
Combarro
Precisamente en Villagarcía de Arousa comienza uno de los puertos más conocidos y duros de esta provincia, el Alto de Xiabre, todo un reto para los cicloturistas con sus durísimos dos kilómetros finales y sus rampas de hasta el quince por ciento, que demuestra bien a las claras que en esta zona también hay montaña de la dura. Además hablamos de un alto con dos vertientes, siendo la contraria algo más corta pero más empinada y sostenida en sus rampas, con lo que las posibilidades de hacer un recorrido circular de gran belleza y enorme dureza se multiplican. Muy cerca de este puerto podemos probar a intentar ascender el durísimo alto de Coto Redondo, que por su vertiente de Marín presenta tres kilómetros seguidos al diez por ciento de media y rampas continuas de hasta el quince por ciento. Otro puerto que es además de doble vertiente, con dos subidas casi paralelas que permiten volver a Marín sin apenas coincidir el recorrido en ningún momento. Opciones, como ves, no faltan para meter dureza en tus salidas de Pontevedra…y eso sin irnos hasta el interior, donde podemos atrevernos con el largo y sostenido puerto de Paradanta…diversión asegurada.
Para la familia.
LA gastronomía, los paisajes y las playas siguen siendo parada obligatoria cuando visitamos Galicia, pero además aquí nos podemos perder en lugares tan paradisíacos como Villagarcía de Arousa, la Isla de La Toja o las Islas Cíes. Marín, la zona de las rías o la comercial ciudad de Vigo, una de las que más espacios verdes tiene en toda España son otras buenas opciones para pasar un día inolvidable en esta comarca pontevedresa.