Durante mis vacaciones estuve muchos días en la playa de Pichilemu, y me llama la atención las buenas picadas que encontré y las nuevas tiendas que se han instalado en el último tiempo. Esta ciudad siempre fue mi destino seguro en el verano, pero después del terremoto del 2010, me abstuve un poco con mis visitas. Este año volví y me encantó ver una ciudad repuesta y con ganas de ser más.

Tenían helados, milkshakes, café, jugos, waffles (salados y dulces), entre algunas cosas. Pedimos un cappuccino (mi café favorito), un milkshake y un waffle dulce que traía nutella y frutas (que agregamos) para compartir. La presentación estaba impecable y sucedió lo mismo con el sabor. No tengo palabras para describir lo rico que estaba todo.
