Creo que para este verano pocas cosas me quedan por hacer, salvo irme de vacaciones y desconectar de todo. Porque en esta primavera/verano he hecho más cosas que nunca. La reforma de mi casa, decorar un estudio de Pilates, encontrar un trabajo y por último ejercer de wedding planner para la boda de mi amiga. Y entre tanto me queda tiempo para actualizar el blog. En el fondo me siento orgullosa de que hayan confiado en mí, eso significa que lo que hago les gusta y no hay mejor halago. Mañana por fin es el gran día, después de tantos meses de preparativos se acerca el momento y la verdad estoy atacada de los nervios. Pese a que todo lo que estoy haciendo lo hago con ilusión no dejo de reconocer que la responsabilidad es muy grande y si algo sale mal o a los novios no les gusta me muero del disgusto.
Cuando pase todo el lío y las cosas vuelvan a la normalidad os enseñaré todos los detalles, pero de momento os dejo con algunas instantáneas de como evolucionan los preparativos.
Tengo ganas de que sea ya mañana, de ver la cara de los novios y de llorar como una magdalena cuando den el ¡Si quiero!. Os mantendré informados de todo.
Besitos