Las ofensivas soviéticas, ahogadas por la Wehrmacht en un mar de sangre y fuego.
Camaradas,
El pasado 14 de diciembre hablábamos de cómo el Segundo Ejército Panzer (en ese momento todavía al mando del General Heinz Guderian), durante sus maniobras de retirada de Tula, había descuidado la conexión con el Cuarto Ejército de Infantería situado sobre su flanco izquierdo, dejando abierta una brecha de 30-40 kilómetros en la línea de frente entre Kaluga y Belev.
La retirada de Guderian.
El General Soviético Zhukov no desaprovechó su oportunidad y rápidamente lanzó al 1º Cuerpo de Guardias de Caballería a través del amplio hueco que se había formado en las líneas alemanas. La Caballería del General Belov, apoyada por tropas de combate sobre esquís y trineos a motor, marchó al oeste hacia Sukhinichi y al noroeste hacia Yukhnov.
Los planes soviéticos para cercar y aniquilar al Grupo de Ejércitos Centro.
El peligro para el Grupo de Ejércitos Centro era grande. Si los rusos conseguían irrumpir a través de Kaluga hacia Vyazma sobre la autopista de Moscú, el Cuarto Ejército podía quedar cercado. Pero eso no era todo porque, en combinación con la ofensiva de Konev en el norte, el Ejército Rojo amenazaba con cerrar un gigantesco kessel en torno a la práctica totalidad del Grupo de Ejércitos Centro, a imagen y semejanza de las grandes batallas de cerco con que la Wehrmacht había derrotado a los bolcheviques durante los meses anteriores.
El 14 de diciembre, el 49º Ejército Soviético del General Zaharkin, desplegado al norte de Tula desató una ofensiva sobre la ribera oriental del Río Oka y aplastó a las unidades que protegían el flanco derecho del Cuarto Ejército Alemán de Infantería. El 17 de diciembre, tres días más tarde, los rusos conquistaban Alekshin. La ofensiva en dirección a Tarusa se había desarrollado simultáneamente y, tras forzar el cruce del Oka, para el 18 de diciembre las tropas del General Zaharkin combatían en las afueras de Tarusa. Durante la noche, la guarnición alemana fue derrotada y la plaza cayó en manos rusas.
Soldados y tanques soviéticos, a la carga.
La brecha que había quedado abierta entre las divisiones en retirada del Segundo Grupo Panzer y el flanco derecho del Cuarto Ejército de Infantería era todavía más grande, y el 50º Ejército del General Boldin, situado a la izquierda del 49º Ejército, se lanzo a la ofensiva. Boldin pretendía deslizarse hacia la retaguardia alemana para asegurar el éxito en el sector de Kaluga. Para ello, constituyó un grupo móvil al mando del General V. S. Popov compuesto de unidades de fusileros motorizadas, caballería y tanques que se desplazaron a través de bosques y sobre la nieve profunda a través de la ribera sur del río Oka.
Después de tres días de avance, el Grupo de Asalto Soviético había recorrido 90 kilómetros y al atardecer del 20 de diciembre, inesperadamente para los alemanes, había alcanzado los accesos meridionales de Kaluga. Durante la mañana del 21 de diciembre, la 154ª División de Fusileros apoyada por tanques y la 31ª División de Caballería atacó la estación de ferrocarril. Pero ahí terminaron las facilidades para los soviéticos. Siguieron enconados combates en los que los Landser dieron lo mejor de sí, y Kaluga resistió hasta el día 30 de diciembre en que, las vapuleadas tropas alemanas, después de combatir duramente contra dos ejércitos completos del ala izquierda del Frente Oeste Soviético, cedieron la plaza retirándose ordenadamente. Su heroica resistencia había dado tiempo al Grupo de Ejércitos Centro para recomponer sus líneas en el sector de Tula.
Los bolcheviques atacan al grito de: "¡Hurra Stalin!"
Mientras tanto, las fuerzas centrales del Frente Oeste Soviético se habían lanzado a la ofensiva el 18 de diciembre, pero tan sólo fueron capaces de abrirse paso a través de las defensas alemanas sobre el Río Nara después de ocho días de duros combates. El 26 de diciembre, una vez rota la resistencia alemana, conquistaron Nara-Fominsk y durante los días siguientes Maloyaroslavets y Borovsk. Hoy, 5 de enero, las fuerzas del ala izquierda del Frente Oeste Soviético han quedado detenidas ante los límites de Uhnov, Kirov y Ludinovo. Las unidades del 10º Ejército Soviético han seguido la estela del 1º Cuerpo de Guardias de Caballería y tras avanzar entre 30 y 110 kilómetros han alcanzado los límites de la ciudad de Belev.
La ofensiva soviética de Kaluga ha terminado. Los rusos han conseguido avanzar unas cuantas decenas de kilómetros y desgastar todavía más a las unidades alemanas, que a día de hoy se estima han perdido el 25 por ciento de los efectivos con que contaban el 22 de junio, pero los rusos no han logrado su objetivo principal de romper las líneas alemanas y provocar una gran ruptura hacia Mozhaisk y Vyazma. La mandibula sur contra el Grupo de Ejércitos Centro ya no tiene dientes. El Führer tenía razón. ¡La clave estaba en resistir, no en retroceder!
Movimientos tácticos durante la Ofensiva de Kaluga.
Precisamente hoy en que la operación ofensiva de Kaluga ha llegado a su fin, se ha producido un conciliábulo en el interior de los tenebrosas murallas del Kremlin. Stalin, el gran diablo comunista, ha anunciado a sus súbditos sus planes para una contraofensiva general de primavera que tendrá lugar de manera simultánea en Moscú, Leningrado y el sur de Rusia. A pesar de las objeciones de Zhukov, el plan de Stalin ha sido aceptado. La hiena bolchevique espera que con la llegada del buen tiempo sus victorias parciales se conviertan en aplastantes pero, en realidad, lo que será aplastante será su derrota. Sin el General Invierno del lado de sus enemigos, ¡la Wehrmacht será invencible de nuevo!
Tod dem Bolschewismus!
Sieg Heil, Sieg Heil, Sieg Heil!