La wifi en Cuba y el cuidado de parques y monumentos… incompatiles?

Desde hace varios meses es habitual ver los parques de todas las cabeceras provinciales del país llenos de personas con laptop, Tablet y teléfonos celulares usando los servicios de Nauta, específicamente las conexiones wifi.

Ya la proliferación de personas es tanta que algunas llevan sillas plegables y cojines para estar cómodos, pero otros se sientan en cualquier espacio disponible donde haya mejor servicio, no importa si es un jardín o encima de una estatua con alto valor histórico y patrimonial.

Varias instituciones y personalidades han señalado el peligro que representa la afluencia masiva hacia estos espacios sin el debido cuidado del entorno y de los elementos escultóricos que existen en esos lugares.

“La instalación de tecnologías wifi en territorios con valores patrimoniales debe de tener en cuenta un plan de manejo de bienes patrimoniales, pues su implementación genera acciones de comunicación y sociabilización en contextos que requieren de conservación constante y especializada”, afirma David Soler Marchan, Subdirector del Centro Provincial de Patrimonio Cultural de Cienfuegos.

“La ubicación en centros de importancia histórica que implique concentraciones de personas trae aparejado dos problemas, la Gentrificación que incide negativamente en la conservación de los monumentos y la alteración de los espacios con la creación de perfonmances sociales que no siempre son coherentes con el desarrollo social. Te pongo un ejemplo: Antes al Parque José Martí venía pocas personas, unos a conocer sobre la fundación de la Villa, a tomarse fotos con las palomas o a actividades político-culturales, pero ahora vienen muchas más personas, que ocupan todos los bancos y hasta maltratan los jardines y durante ese momento en que se comunican mediante la wifi rompen con los procesos socioculturales que se realizan en Parque, que es Patrimonio Cultural de la Humanidad y donde se realizan actividades muy importantes”, abunda en su explicación este reconocido especialista cienfueguero.

“Fíjate se hace falta cambiar cosas, que con la cantidad de personas que hay ahora en el Parque no se ha aprovechado para darle a conocer a ellos los valores históricos y patrimoniales del lugar donde se encuentran. Por suerte todavía funciona bien el mantenimiento de jardines, bancos y la limpieza general y no se ha deteriorado discriminadamente ningún monumento, pero insisto en que hay que dar a conocer la importancia de cuidar el Parque” afirma contundentemente Soler Marchan.

La wifi en otras ciudades: Camagüey, Villa Clara y Santiago

A inicios de Octubre de este año se publicó la primera noticia sobre un hecho perjudicial para los monumentos a consecuencia de la wifi: en Camagüey un ciudadano derribó el conjunto escultórico del Mayor General Ingnacio Agramonte Loynaz, en el parque central de esa ciudad cuando trataba de obtener mejor cobertura para su conexión wifi.

Es cierto que la Oficina del Historiador de esa ciudad, también declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad, y trabajadores de la Empresa de Restauración y Conservación de ese mismo organismo, restituyeron la pieza a su pedestal donde se encontraba desde el 24 de febrero de 1912, pero el mal ya estaba hecho.

En los últimos meses el parque Agramonte, debido a ser plaza abierta a la conectividad digital, ha sido testigo de numerosas violaciones e indisciplinas que atentan contra las normas éticas y contra la preservación de los valores histórico de esa urbe.

En tanto en el Parque Leoncio Vidal, de Santa Clara, los problemas son otros: allí internautas han deteriorado tanto las áreas verdes del Parque que los funcionarios han tenido que tomar medidas para evitar esta situación, desde aumentar la cantidad de Inspectores y Policías en la zona hasta el aumento de operarios de Comunales encargados de la limpieza.

“No hay necesidad de invadir la zona verde para conectarse a internet”, aseguró Rafael Diego, directivo de ETECSA, a medios de prensa. “Es falso que la mayor conectividad se encuentre bajo los árboles, frente al edificio donde están las antenas. Es posible conectar un máximo de 90 usuarios en toda la cuadra, sin embargo muchos eligen la sombra de los árboles del parque y así dañan los jardines”, añadió.

“Hubo que proteger la estatua de Marta Abreu ubicada en el parque (Patrimonio Nacional) porque se mancillaba ese legado”, dijo la historiadora santaclareña Marta Anido. “Si se hace esto a la querida patriota, qué esperamos para los demás monumentos, sitios menos conocidos”, cuestionó.

Casi en el extremo oriental de Cuba, en Santiago, las cosas no son tan diferentes. “Allá en Santiago de Cuba también pasan cosas males en los parques donde hay instalada wifi, hay lugares donde han asaltado a personas para robarles teléfonos y computadoras por las noches y por donde quiera ves jóvenes encima de los bancos y en los jardines sin cuidar nada”, afirma una santiaguera de visita en Cienfuegos.

“En la Plaza de Marte, el Callejón del Carmen o el Parque Céspedes, los 3 en Santiago de Cuba, la situación en similar: la gente se preocupa más por conectarse con el mundo mediante la wifi que por cuidar los lugares desde donde se conectan. Yo no quiero decir que se elimine la wifi, sino que se cuiden los parque y los monumentos que hay en estos lugares”, concluye esta visitante.

Soluciones…

Soluciones a las problemáticas que han generado los 35 puntos wifi en Cuba pudieran existir muchas, pero una de las primera es concientizar a la población de la importancia de cuidar los bienes patrimoniales en cada espacio; no basta con poner multas, cercar espacios y reparar estatuas, pues las personas siempre buscarán los lugares de mejor acceso, con más sombra y más facilidades, y no le prestarán atención a los monumentos.

De lo que si estamos seguros es de que no son incompatibles los puntos wifi con el cuidado de los monumentos en los parques cubanos, siempre y cuando se realicen acciones institucionales y personales para el cuidado de esos espacios.