Revista Espiritualidad

La 'X' que Tensa la Espera

Por Ritacoach @ritatonecoach

    La “X” que Tensa la Espera     Tomé este título de Román Paladino, de uno de sus ensayos ortográficos porque lo considero una metáfora esclarecedora de nuestro tema de hoy.

   Las PALABRAS son nuestra herramienta principal para crear la realidad que vivimos a diario.

   Pero, ¿Qué es esto de la “X” que tensa la espera?

   La “X”, una “simple” letra, puede hacer que en una extensión de la palabra “espera”, te provoque estados de frustración, angustia, decepción y desilusión.

   Estoy hablando de nuestras EXPECTATIVAS.

   “EXPECTAR”, según la lengua romana, es “aguardar, estar a la espera”, una curiosa y tensa, de un acontecimiento que nos interesa o importa mucho.

   ¿Y cómo esperamos, con tensa inquietud, algo que queremos? ¿Cómo contruimos, desde nuestra emoción, ese estado? Lamentablemente, nos basamos en nuestros juicios para ello. Y nuestros juicios no son un parámetro VERDADERO sino uno VÁLIDO sólo para cada uno de nosotros.

   “Él debería mandarme flores hoy que es el día de San Valentín” (tu juicio). Eso es lo que vos creés. Mas resulta que a él no le parece importante mandarte flores. No te manda las flores y a vos ¿qué te pasa? Te desilusionás y sufrís, pero esto es un problema tuyo, quien junto a tu deseo de que algo suceda, hiciste funcionar tu JUICIO de que en San Valentín, todos los enamorados mandan flores. Esta proposición ¿es verdad o sólo es lo que vos pensás que DEBERÍA SER? ¿Quién es el responsable de tu sufrimiento y desilusión?

   Los juicios de lo que “DEBERÍA SER” proceden de nuestras creencias y las creencias no son verdaderas mas que para aquél que las tiene. El coaching cuestiona respetuosamente las interpretaciones y opiniones que puedan producirnos inefectividad y sufrimiento y trata de ayudarte a encontrar aquellos que te produzcan bienestar y te transformen en una persona efectiva.

Si careces de expectativas, ningún resultado será un FRACASO. Y…
Si careces de expectativas, ningún resultado será un ÉXITO.
Por lo tanto…
La cuestión no está en suprimir tus expectativas, sino en aprender a generar expectativas efectivas.

Cuando no sucede lo que esperamos, generamos estados de enojos, resentimiento y frustración.

Pero, nuestras expectativas son también las que nos dan motivación para buscar un resultado importante para nosotros y nos liberan de la resignación, el desgano y la indiferencia. De ahí la IMPORTANCIA de que ellas sean EFECTIVAS.

Expectativa indica la coyuntura entre donde estás y donde querés estar.

      ¿Y cómo te proponés llegar allí?

   Si te basás en tus juicios: “yo no puedo, es mucho para mí” o lo contrario “yo puedo, aunque me cueste, llegaré”, y no tenés un punto de partida claro (basado en hechos que justifiquen tus juicios, sino sólo en tus creencias), en el primer caso, no vas a llegar pero en el segundo, podés llegar o no, y es esta última opción la que te producirá la desilusión y el dolor.

   ¿Qué pasaría si te animás a cuestionar tus expectativas?

   ¿Qué pasaría si dejás de exigir que las personas respondan como vos querés?

   ¿Qué pasaría si desterrás tus creencias, TODAS, las que contengan el “debería” o “tendría”?

   ¿Qué pasaría si hacés todo lo que tenés que hacer para conseguir algo (sólo ésta es tu responsabilidad) y luego SOLTÁS para recibir lo que siempre será mejor para vos aunque no lo veas, a veces, en el momento?

   “No temo a nada, no espero nada, soy libre”. Nikos Kazantzakis

            Si no nos aferramos a nuestras expectativas podremos vivir en el único tiempo posible: EL PRESENTE. No hay otro: el pasado fue y el futuro no está al alcance de nuestras manos.

   Te propongo estar ATENTO y salvarte del ataque de tus EXPECTATIVAS. Eso te permitirá vivir una vida de plenitud, segundo a segundo y disfrutar de lo que te pasa AQUÍ Y AHORA.

           ¿Y qué pasa con la presión de las expectativas de los demás?

   Si uno acepta las expectativas de los demás se convierte en esclavo y los resultados nunca cambiarán. MICHAEL JORDAN

          “Mamá espera que esté en la reunión que tiene con sus amigas. No quiero, me aburren pero tendría que ir porque se enojará.”

   Aunque ahora te cueste creerlo, si no vas, no pasará nada, y aún si en un primer momento tu madre se enoja, si no das explicaciones y mostrás que justificás su enojo con ellas, si con amabilidad no reaccionás a ese enojo, a tu madre se le pasará.

   Si no te animás a correr el riesgo, estás en riesgo de que ella siempre siga obligándote a no ser vos, a no hacer lo que querés, a seguir con tu falta de seguridad, a continuar con la esclavitud, a perder el control sobre tu vida; y esto es lo que destruye relaciones porque tarde o temprano, le gritarás algo así: “Dejá de imponerme cosas” y el vínculo se deteriorará.

   ¿En qué momento tus expectativas te impiden disfrutar el “aquí y ahora”?

   ¿Con qué personas tenés expectativas que sólo provienen de tus juicios?

   ¿A las expectativas de quién responden las acciones de tu vida?

             Si tu pareja es coleccionista de antigüedades y para el día de los enamorados, en vez de salir con vos, regalarte flores y corazones, te regala un jarrón de una antigua dinastía china, tomá conciencia de que eso constituye un acto de amor más grande que cualquier otro regalo aunque no te interese esa cultura porque para él, es lo más preciado que existe.

   La vida es paradójica, cíclica y sorprendente: Dejala que fluya.

   ¿El secreto? La aceptación.

En este mundo sólo existen dos tragedias. Una es no obtener lo que uno quiere y la otra es obtenerlo. G.B.Shaw

 Cuando el Maestro oía decir a alguien: “Me gustaría mucho más mi mujer si fuese de otra manera”, solía contar lo que le ocurrió a él un día mientras contemplaba una puesta de sol en el mar.

-¿No es precioso?  -le dijo entusiasmado a una pasajera que se encontraba junto a él apoyada en la barandilla.

-Sí -dijo de mala gana la mujer-, pero ¿no cree usted que estaría mejor con un poco más de rosa a la izquierda?

Anthony de Mello

 Por el placer de compartir. 


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