La Yuxtaposición del Bocadillo – Kingsman: The Secret Service de Mark Millar y Dave Gibbons

La Yuxtaposición del Bocadillo…por César del Campo de Acuña

Kingsman: The Secret Service de Mark Millar y Dave Gibbons

Creo que después de realizar reseñas de Superman: Hijo rojo, Kick-Ass, Superior, Nemesis, Wanted y Super Crocks no hace falta decir que soy un seguidor de la obra de Mark Millar en general y de todo lo que sale publicado bajo el sello Millarworld en particular. Particularmente encuentro que sus tebeos, si bien es cierto que no son obras maestras del noveno arte, son muy agradecidos de leer y lo suficientemente entretenidos como para recomendárselos a cualquiera que no quiera perderse en la continuidad de los universos supe heroicos o a alguien que quiera pasárselo bien de una manera salvaje, socarrona y descarnada frente a unas páginas llenas de viñetas y bocadillos. Dicho esto, reconozco que lo último que leí del escoces (Super Crocks) no me dejo exactamente un buen sabor de boca y esperaba quitarme es regusto amargo con The Secret Service.

Desafortunadamente no fue así. Si bien es cierto que el dibujo de Dave Gibbons (sin ser uno de mis artistas preferidos, para que negarlo) rinde a un gran nivel, la propuesta de Millar desde el guion hace agua por todos lados. El guionista/escritor escoces se pone una vez más el disfraz de enfant terrible y se saca de la chistera una parodia de historia de espías en las que todo se toma con cierta arbitrariedad sin llegar a importar lo más mínimo. La trama nos invita a conocer a Gary, un chico que vive con su madre y su hermano pequeño en el piso del novio maltratador de su progenitora. Gary pertenece al estrato social más bajo y peor considerado de toda Inglaterra, los chav, y frecuenta malas compañías que le llevaran, más tarde o más temprano, a prisión. De hecho, si no fuera por su misterioso y ausente tío Jack, Gary ya habría terminado mal con las autoridades. Jack, un supuesto funcionario del gobierno de la brigada antifraude, se siente culpable por la poca atención que ha mostrado por su familia y es entonces cuando decide contarle a Gary cuál es su profesión que no es otra que la de agente secreto del Gobierno Británico a la par que le invita a unirse al programa de captación de nuevos agentes y ahí es donde verdaderamente comienza esta aventura.

Millar pretende, descaradamente orquestar un enfrentamiento entre clases sociales y explotar lo supuestamente gracioso que es eso (resulta vergonzoso en algunos momentos) mientras que por otro lado alimenta esta lucha de clases con una historia de espías digna de un film de serie b (a lo largo y ancho del mundo están desapareciendo personas vinculadas a la cultura pop y a la ciencia ficción) presentando a un villano (que bien podría ser uno de esos exaltados aficionados al comic con los que el autor se encuentra a cada salón o convención a la que va) megalómano (como en toda buena película de James Bond) que pretende acabar con la humanidad tal y como la conocemos con un arma que vuelve a las personas unas contra otras con especial violencia.

El principal problema que he encontrado en este tebeo es el tono tan arbitrario que posee. Por un lado trata temas graves y preocupantes como el de las clases más desfavorecidas en Inglaterra y por otro muestra una aventura de espías frívola y poco interesante (salvo la teoría de que el ser humano es una plaga para la tierra). La idea de este cómic nace con una conversación entre amigos en las que se divaga más que otra cosa y tendría que haber terminado ahí pero no, como los amigos implicados en esa conversación sobre cómo sería el entrenamiento de James Bond eran Mark Millar y Matthew Vaughn pues se hace un cómic asentado sobre un concepto muy vago y ejecutado de manera pobre desde los guiones (parece que más que escribir algo para sus seguidores se está riendo de ellos y de los aficionados a la cultura pop).

En general no soy de los que se suben al carro de darle una paliza escrita a aquellos que alcanzan la fama pero este cómic me ha decepcionado y mucho. ¿Es fácil de leer? Sí; ¿ofrece moderada diversión? Sí; ¿Es ligeramente entretenido? Sí; ¿entonces cuál es el problema de este tebeo? Pues que salvo su dibujo el resto falla. El guion es desastrosos, el supuesto humor que ha de extraerse del enfrentamiento de clases sociales da auténtica vergüenza ajena y el villano, del mismo modo que ocurría con el final de Wanted, es una patada en la cara a todos los aficionados al cómic y créame que detesto cuando un autor se cree tan importante que cree poder permitirse ridiculizar o humillar a sus seguidores.

The secret service ha sido, con diferencia, el comic más decepcionante de los publicados por el sello Millarworld que he tenido la oportunidad de leer. ¿Comprare los siguientes tebeos lanzados por Millar? Si, seguramente, pero esta vez no me creare grandes expectativas ya que. tras ese ejercicio de quiero ser más Millar que el propio Millar que fue Super Crocks y esta idea lanzada únicamente por ser su autor quien es actualmente, estoy curado de la adulación que sentía por el guionista escoces.

Solo se lo recomiendo a aquellos que quieran tener completa la colección Millarworld.