La Yuxtaposición del Bocadillo – Super Crooks de Mark Millar y Leinil Yu

Super Crooks de Mark Millar y Leinil Yu

Creo que después de reseñar Kick-Ass, Superior, Nemesis y Wanted no hace falta decir que soy un admirador del trabajo del guionista escocés Mark Millar. Todos los comics del sello Millar World me han parecido (con sus altas y sus bajas) al menos entretenidos y eso, hoy por hoy, es más que suficiente para contentarme (no se ustedes, pero cuando me pongo a leer un comic no espero descubrir el sentido de la vida ni desentramar la compleja mente humana). El caso es que, cuando leí que Millar lanzaría una nueva historia de súper villanos, dibujada por Leinil Yu (el mismo dibujante de Superior), en la que colaboraba Nacho Vigalondo (un director de cine recomendable por Los Cronocrimenes y 7:35 de la mañana) y ambientada en España no tuve más remedio que saltar al vagón de la expectación y contar los días hasta que finalmente fuera publicado por la editorial encargada de llevar a los estantes de las tiendas de comics las obras de Millar.

Como todos los tebeos de Millar, Super Crooks es una de esas historias que a cualquier aficionado al mundo del noveno arte se le podría haber ocurrido en un momento dado pero que sin embargo no se le ha pasado por la cabeza hasta llegar a la última pagina del comic. Una vez más el guionista escocés vuelve a conseguir convertir una idea simple, casi tonta, en un éxito, en una de esas historias rápidas, entretenidas, con algunos (no todos) personajes memorables, llena de acción, violencia, mordacidad y falsas apariencias. Super Crooks sienta en la misma mesa a los protagonistas de Oceans Eleven y a los X-Men para elaborar un relato en el que un grupo de súper villanos deciden robar al peor villano de todos los tiempos (conocido como The Bastard…ese Millar y sus nombres peculiares) para saldar las deudas de The Heat, un viejo ladrón de bancos y mentor de muchos amigos de los ajeno que ha contraído una deuda de 100 millones de dólares con un grupo de súper criminales al tratar de estafarlos. The Heat pide ayuda a Johnny Bolt, uno de sus pupilos, y este reúne a la vieja banda para dar el último gran golpe, uno que ningún súper héroe podrá evitar dado que lo realizaran en España, país en el que no hay ni uno.

¿A que ahora (si no han leído ya el comic) están pensando: “eso se me podría haber ocurrido a mi”? pero la realidad es que no se les ha pasado por la cabeza en la vida y si así ha sido ha sido en forma de pensamiento fugaz y es ahí donde esta la genialidad de Millar, en como de pensamientos fugaces es capaz de extraer una idea, desarrollarla y convertirla en algo consistente y lo suficientemente interesante como para que alguien invierta en ella. Super Crooks, como todos los títulos de Millar World, esta muy bien escrito y si aparcan a un lado ese humor socarrón y salvaje al que el guionista nos tiene acostumbrados, descubren un universo profundo en el que nada pasa por azar y en el que todo es explicado de manera breve pero clarificadora. Es cierto que en el relato, el autor cae por momentos en la autocomplacencia que su estilo, obra y éxitos le han otorgado. Millar abusa en Super Crooks de ser Mark Millar y eso se nota pagina a pagina, y aunque no es un tormento para el lector hace parecer al guionista querer demostrar viñeta a viñeta y bocadillo a bocadillo que el es el autor de este comic.

En el plano artístico nos encontramos, una vez más, a Leinil Yu el sobresaliente artista filipino que ya ilustro aquel cuento maravilloso de Millar titulado Superior. Visualmente Super Crooks es sensacional y el diseño de personajes lo suficientemente destacable como para otorgarles a todos y cada uno de ellos (aunque algunos más que a otros) una personalidad bien definida. No diré que cada página es una obra de arte en mayúsculas pero resulta obvio que el nivel de la ilustración es mejor que el de la inmensa mayoría de cabeceras semanales.

En general y para terminar solo puedo decir que Super Crooks es un buen comic, un tebeo recomendable pero sin lugar a dudas no se encuentra entre los mejores trabajos de Millar por el mero hecho de tratar de ser más Millar que ninguno de los anteriores. Eso si, es entretenido como pocos, esta extraordinariamente bien dibujado, es rápido, nada confuso, violento, acido y tan diferente a lo que llega cada mes a los estantes que solo por esto ultimo ya merece la pena hacerle un hueco en la estantería. Si tienen poco tiempo para leer comics y lo que buscan es un aquí te pillo, aquí te mato, Super Crooks es lo que necesitan.