“Del mismo modo que las grandes empresas de combustibles fósiles nos han engañado durante décadas sobre los riesgos climáticos con el fin de enriquecerse, los gigantes tecnológicos están obviando ahora los peligros de la inteligencia artificial por mera codicia. Y lo que es aún más grave: están presionando a la UE para que elimine la protección de los derechos humanos contemplada en el primer proyecto de ley de IA (Inteligencia Artificial) de la historia, argumentando que los derechos van en detrimento de la economía. Esto ya lo hemos vivido antes y no podemos permitir que la codicia prevalezca de nuevo. Alemania y Francia pueden salvaguardar nuestros derechos, pero sus ministros están poniéndose del lado de los lobbies tecnológicos pensando que nadie se va a dar cuenta. ¡Demostrémosles que se equivocan! Hagamos de esta petición algo enorme y se la entregaremos directamente en su próxima reunión”.
Nos lo advierte Marco Cadena, en Avaaz, quien añade: “La era de la IA ya está aquí y es muy prometedora, pero hay un factor que podría arruinarlo todo: la codicia. Ya lo hemos vivido antes, cuando las empresas de combustibles fósiles torpedearon numerosas medidas de protección ambiental para aumentar sus ganancias pese a tener pleno conocimiento del cambio climático que ahora amenaza la vida en la Tierra. El peligro de la IA es incipiente, pero igualmente grave: es la única tecnología capaz de tomar decisiones por sí misma, vigilarnos sin que lo sepamos, comunicarse con nosotros y, algún día, podría llegar a superarnos en inteligencia.
“¿Se desarrollará la IA de forma que ayude a prosperar a la humanidad o, por el contrario, solo servirá para enriquecer aún más a unos cuantos multimillonarios? La respuesta se fragua ahora mismo en Europa. Los legisladores están debatiendo las normas que regularán la IA y los lobbies tecnológicos, pensando únicamente en el beneficio económico, los están presionando para que no incluyan los derechos humanos. Resulta aterrador (aunque no sorprendente).
“Si conseguimos firmas suficientes, podemos sacarles los colores a los ministros de Francia y Alemania por elegir la codicia y no los derechos humanos y destapar el escándalo antes de su próxima reunión. Debemos actuar rápido, ¡solo quedan unos días para que se reúnan!
“La IA ya es una herramienta al servicio de la opresión, la vigilancia masiva y la discriminación, y está destrozando vidas. Muchos ejércitos están desarrollando armas letales autónomas y, en las fronteras, los refugiados son blanco de los drones. Se está separando a niños y niñas de sus familias porque algoritmos sesgados perfilan a sus padres como delincuentes. Y las cosas podrían empeorar MUCHO, a menos que se regule la IA.
“Sin embargo, regularla sin proteger a la gente carecería totalmente de sentido, desluciría el papel de la UE como garante de los derechos humanos y dejaría a la ciudadanía europea en una posición de vulnerabilidad. ¡Pero todavía estamos a tiempo de revertir la situación! Si defendemos firmemente nuestros derechos y presionamos con más fuerza a los ministros, podemos aprovechar esta oportunidad para hacer que la IA sea una tecnología segura y poner a las personas por delante del beneficio económico”.