Foto: Alicia Andrés
LABERINTO (Primer Premio en el Concurso de Poesía del Casino Ferrolano-Tenis Club 2015) I (Medina de Fez)
Puede arrastrar el mundotoda su crueldad y sus orugas,carniceros que afeitan cien cabezas de vacaen un rincón perdido de la tarde.
¿Cómo será ser ciego dentro del laberinto?¿Cómo será ir tentando el dédalo de calles,esa cal infinita que transcurre intramuros,sin ver la luz de cobre que laceradesde la plaza de los latoneros?
Esta ciudad no acaba de un modo desigual.Amamos en un tiempo de epopeyadentro de las murallas,dentro de esos espacios confinados donde la piel invoca un tiempo tácito, ojival vuelo de estorninospara la profecía.
II(Medina de Azzemour)
Estuvimos muy cerca;faltó alinear palabras,faltó la claridad a pleno díadentro del laberinto,la calle sin salida donde asoman los gatosy hay un intenso aroma a comino molido.
En aquella ciudad de muros desconchadospor el sol y el salitre,manos ajadas exprimían limas.
Detuve el mediodía en aquel ríodonde chapoteaban los eunucos,y dio comienzo el soliloquio,el vuelo de gaviotas de alas húmedas.
Por las aldabas salpicaba el mar.
III(Medina de Xauen) Lo que queda en suspense,lo que suma el azul y el entramadode escaleras añil,lo que no sucedió en ciudades de paso,zaguanes que escondenidéntico secreto a los glaciares. Doy testimonio de la claridad,del mediodía que se vierteen cubos de naranjascerca de los molinos harineros.
No se explica este azul, los saltos de agua, sin la mística de una calle en cuestadonde una campesina esparce hierbaluisa.
© Verónica Aranda