Este es el título de la conferencia que voy a impartir el próximo miércoles en Madrid, en el curso que dirige Aurora Herrera y del que incluí hace unas semanas un vídeo con sus propias imágenes y palabras. Me han pedido un Las relaciones entre el cine y la arquitectura son múltiples, variadas y complicadas, por eso se pueden abordar desde muchos aspectos diferentes, tal como ya se ha hecho en otras ocasiones y con acierto por cada vez más investigadores. Desde 1990 en mi primer libro textículo y les he escrito lo que sigue:
Cine y Arquitectura (se puede encontrar entero en pinchando sobre su portada en este blog) ya se planteaba que, como la base de la arquitectura es la creación de espacio, éste sería el denominador común más fructifico y profundo para relacionarlo con lo que antes se llamaba Cine, con mayúscula, y ahora se ha transformado, gracias a la aparición de otros soportes, en algo menos mítico, pero más apasionante, denominado genéricamente "imagen en movimiento".
La conferencia se divide en dos partes. En la primera se verá cómo se construye el espacio cinematográfico, de una forma breve con los instrumentos de la dirección artística, y de un modo más extenso, gracias a otros instrumentos, algunos ya casi obsoletos, que en algunos casos se han acercado más a los denominados efectos especiales. En la segunda parte se entrará en el mundo de las construcciones reales, comprobando como la ficción, cinematográfica o de otro tipo, influye en la realidad cada vez de una forma más poderosa y contumaz.
Por último, el término y la idea del "laboratorio" que aparece en el título, implican experimentación y análisis, y esta conferencia, como otras que he impartido, se plantea sobre todo desde este punto de vista, desde el ensayo, la prueba y el error, que van conduciendo a campos inesperados a veces hasta para el propio conferenciante.