Revista En Femenino

Lactancia

Por Juliana Osorio @JulyanaEscal

Lactancia Materna Vs Biberón

Lactancia

Lactancia

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Cuando estaba embarazada y me enteraba que había madres que tenían claro que iban a dar biberón a sus hijos, no lo entendía. ¿Qué motivo podría llevarlas a elegir el biberón antes que el pecho? Nunca fui demasiado crítica, pero si es verdad que me chocaba un poco….Ahora que soy madre y sé lo que representa, las entiendo.

Yo soy de aquellas madres que después de mucho pensarlo y debatir (internamente) qué hacer, opté por la lactancia mixta (luego explicaré porqué), y no me arrepiento para nada. Reconozco que al principio me daba un poco de corte reconocer que también daba el biberón, ya que hay madres y en especial las grandes defensoras de la lactancia materna, que te miraban de aquella manera y me veía explicando la razón de porqué lo hacía. Y creo que esto no tiene porqué ser así…

El ser madre es un gran sacrificio, independientemente de si decides dar el pecho, dar el biberón o hacer lactancia mixta, y es muy injusto que entre nosotras mismas (madres) nos juzguemos por no ser todas de la misma opinión. Es tan válida una opción como otra, siempre y cuando sea una decisión personal de la madre. No somos menos madres por no dar leche materna exclusivamente, yo estoy convencida que soy la mejor madre que mi hijo podría tener, porque la maternidad va mucho más allá de dar el pecho o el biberón a nuestro hijo.

Esta claro que hay madres que deben dar el biberón porque no les queda otra opción.

Hay una cosa que sí es muy importante; a muchos niños les sienta mal la leche de fórmula y lo pasan mal, con cólicos. Con lo cual es importante estar pendiente y si vemos que la leche les está haciendo daño, es mejor o bien cambiarla, o plantearse dar solo leche materna.

La leche materna es la mejor que hay, eso no lo vamos a discutir XD, proporciona a los bebés muchas defensas. Además de que ayuda a crear un vínculo muy especial entre madre e hij@. A mi me encanta darle el pecho y escuchar los soniditos que hace, o las ansias que le dan cuando ve que me estoy preparando para darle de comer. A veces se le quedan los ojitos en blanco, éxtasis total jeje. La verdad que esa experiencia es maravillosa, es un momento en que solo estamos nosotros dos, da igual lo que pase a nuestro alrededor, él me tiene a mi y yo lo tengo a él.

Entonces porqué opté por darle también biberón?

Al principio por necesidad, tenía el pezón invertido y el niño no era capaz de pegarse, intentaba usar pezoneras pero se me despegaban y una talla menor tampoco me servía… no sé, a mi no me gustaron mucho, no me fueron de gran ayuda. Me daba mucha penita ver como el niño lo intentaba coger y no podía. Por otra parte, creo que no me bajaba mucha leche, o al menos eso pensaba, intentaba estimularme con el sacaleche, pero no me salía casi nada, así que pensaba que se estaba quedando con hambre…La inexperiencia es lo que tiene.

En todo este proceso, veía que el niño comía bien y quedaba saciado, no le daba hambre hasta 2,30 horas o 3 horas después (se le notaba cuando tenía hambre) y en ese periodo me daba tiempo de descansar o incluso hacer cosas de casa, algunas veces me ponía a leer o simplemente aprovechaba para compartir con mi pareja.

Con 2 o tres meses la producción de leche mejoró y aprendí a estimularme para que me saliera el pezón y el niño se pegara con facilidad, así que estaba preparada para darle solo leche materna…. O no??

Estuve varios días pensando qué hacer, qué sería lo mejor para mi hijo y en parte también para mi, lo primero que pensé es en si la leche de fórmula le estaba haciendo mal, si le daban cólicos (que es lo más común). Pero por fortuna no, le iba de maravilla.

En el otro lado de la balanza estaba el darle lactancia mixta (nunca me planteé solo biberón), primero me lo pegaba al pecho y luego bibe. De esta manera yo tendría más espacio para otras tareas, y para descansar, sabría perfectamente cuando tiene hambre y tendría unos hábitos de alimentación, lo que ayudaría a la hora del destete.

No quería sentirme mal por elegir esa opción, ni quería tener que justificarme con otras madres, al final pensé que si mi hijo estaba bien y yo también estaba cómoda sería mil veces mejor. Mi pareja me apoyó en todo momento y se hizo mucho más fácil.

Ahora Daniel tiene 8 meses y medio y es una maravilla de bebé, es muy muy tranquilo, come a sus horas y el pecho solo lo necesita para comer, ni para calmarse, ni para jugar ni para dormir, de hecho muchas veces se duerme solo en su cuna (bueno esto ha sido así casi desde los 3 meses)

Cuando está despierto a veces lo dejo solito jugando mientras yo hago de comer o mientras recojo un poco. Además como trabajo en casa y necesito que esté tranquilo porque si no, no puedo hacer nada.

También tengo la suerte de que es un niño muy sano, ahora mismo le están saliendo los dientes y ni se queja el pobrecito y eso que tiene la boca fatal.

En definitiva lo que quiero expresar con todo esto, es que aunque es mucho mejor dar el pecho exclusivamente al menos hasta los 6 meses, si por la razón que sea quieres darle biberón también o sólo biberón, no te debes sentir mal por ello, lo más importante es que tanto madre como hijo estén bien y tranquilos. Si tu hijo come bien, y crece sano….eso es lo más importante.

Cómo preparar biberones

A mi hijo le doy lactancia mixta, por la razones que ya he comentado en este blog, y una de las grandes desventajas que le vi cuando estaba recién nacido, era el tener que preparar el biberón a las tantas de la mañana. Generalmente yo me quedaba en la cama y mi pareja se levantaba a prepararlo. El ritual siempre era el mismo. Como debía comer cada tres horas, nos poníamos la alarma 45 minutos antes, para hervir el agua con la que se iba a preparar el biberón, y luego dejar que se enfriara, y mientras mi pareja lo preparaba yo le daba pecho. luego me lo traía, se lo daba, le sacaba los gases y a esperar que se durmiera, generalmente después de una larga perreta. Así que, casi que se nos juntaba una toma con la otra y era poco lo que descansábamos, teniendo en cuenta que poníamos la alarma antes para hervir el agua.

Lo hacíamos de esta manera porque pensábamos que el agua para preparar biberones tenía que ser hervida, pero luego la matrona nos explicó que no necesariamente tenía que ser así. Lo que debíamos tener en cuenta era tener para el niño una botella de agua  pequeña de mineralización muy débil, y gastarla en 24 horas preferiblemente. De esta manera no es necesario hervir, es suficiente con calentar.

A nosotros nos regalaron un calientabiberones en el BabyShower, pero me he dado cuenta que no es muy necesario, ya que muchas veces cuando vamos a otras casas para no estar cargando, lo que hacemos es calentar al baño maría, y la verdad que el agua se calienta bastante. Con lo cual sería suficiente con hacerlo de esta manera, se ahorrará luz y el gasto del calientabiberones

🙂
Se podría probar también a darle el biberón del tiempo, pero en invierno no creo que le haga mucha gracia, a lo mejor en verano sí, porque así de paso se refresca.

El agua que se utiliza para esterilizar, debería ser la misma que la que se usa para preparar el biberón.

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Esterilizador biberones bebé

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En cuanto a la esterilización, nosotros lo que hacemos ahora es esterilizar 3 biberones a la vez, y sacamos el que se va a usar, los demás los dejamos en el esterilizador, de esta forma se ahorra tiempo, agua y luz. Algunas veces necesitamos esterilizar otras cosas, como los cazitos para transportar la leche, o las chupas y los portachupetes, en ese caso dejamos un biberon fuera o dos, según el espacio que se necesite.

Nosotros al principio, lo hacíamos todo mal, hervíamos el agua, esterilizábamos de uno en uno….que estrés y que sueño…. definitivamente el que no sabe es como el que no ve

😉

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Cazitos para transportar leche

" data-orig-size="272,341" sizes="(max-width: 272px) 100vw, 272px" aperture="aperture" />Cazitos para transportar la leche del bebé

¿Tienes problemas con la lactancia?

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Mujer dando de mamar a su bebé

" data-orig-size="457,618" sizes="(max-width: 138px) 100vw, 138px" aperture="aperture" />Mujer dando de mamar a su bebé

No creo que sea la única que cuando estaba en embarazo se pensaba que la lactancia era algo natural e instintivo y tan sencillo, que lo podría empezar en el momento de hacer el piel con piel. Pero nada más lejos de la realidad. Después del parto quedé tan débil que no tenía ni fuerzas ni ganas de dar de mamar a mi hijo, me daba miedo no sujetarlo bien y que se me cayera.

Las matronas me recomendaron que no le diera la chupa e intentara no darle mucho biberón ya que se puede acostumbrar y luego no querer el pecho de ninguna manera. Pero claro, como lo consigues… que tu niño coma bien sin que se llegue a habituar.

A mi como me costó un poquito al principio, opté por la lactancia mixta, así el niño comía bien y juntos intentábamos mejorar el tema de la lactancia. Siempre le daba primero pecho y luego el biberón para complementar y que no se quedara con hambre.

Algunas de las opciones que me dio la matrona fueron:

Usar pezoneras: Esto era porque se me estaban generando grietas por el mal agarre del niño. A mi personalmente no me sirvieron mucho porque se me despegaban todo el rato y resultaban muy incómodas. las pezoneras vienen por tallas, yo usé la s y la m, pero a cual peor. Sin embargo tengo amigas que sí que les han venido bien.

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Pezoneras de silicona

" data-orig-size="480,364" sizes="(max-width: 322px) 100vw, 322px" aperture="aperture" />Pezoneras de silicona

Alternar el Pecho: Esto no lo recomiendan mucho, pero me lo dijo como solución puntual, para que en cada toma descansara un pecho, y así no me molestaban tanto los dos.

Usar jeringuilla: También me dijo que para no tener que usar biberón, probara a darle la leche de fórmula con jeringuilla. Nosotros lo probamos pero era un poco incómodo para el niño.

Biberón Medela: Este biberón no es como los demás, ya que el sistema de succión es similar a mamar, con lo cual los bebés no tendrán problema después para coger el pecho. Nosotros lo usamos, pero al niño al principio no le gustaba, se cansaba, pero hay niños que no tienen problema con esto. Seguramente si se lo hubiese dado desde el principio, antes de darle los normales, no habría tenido problema.

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Biberón Medela

" data-orig-size="450,362" sizes="(max-width: 328px) 100vw, 328px" aperture="aperture" />Biberón Medela

….Y después de un par de meses, después de muchas consultas con la matrona y grupos de lactancia, dar el pecho no maravilloso, no me han vuelto a salir grietas, ni a doler cuando mama, y por fortuna, tampoco me ha vuelto a dar mastitis, es lo peor!!!

Si tienes dudas, puedes contactarme, o dejar un comentario, estaré encantada de darte más detalles de mi experiencia, es posible que estés pasando por lo mismo que pasé yo y no tienes porqué pasarlo sola

😉

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Primeros días después del parto

Cómo cambia la relación con tu pareja

Durante esos primeros días, además de las vacaciones, es cuando más tiempo pasas con tu pareja (al menos desde mi punto de vista). Se necesitan mutuamente para ayudar con los cuidados del bebé. Sin embargo, tengo que decir que sin duda, es la época en que he echado más de menos a mi pareja, es difícil de creer pero yo me sentí así y sé que en el fondo él también.

Cuando estás embarazada, tú eres el centro de atención, tu pareja está muy pendiente de  ti, te mima, te cuida…pero cuando tienes un bebé todo cambia, por mucho que siga cuidándote y pendiente de ti, ahora hay un bebé en casa y es él quien realmente necesita toda nuestra atención. Es mi primer hijo, así que estaba todo el día en alerta y eso la verdad que mentalmente agota mucho. Físicamente sí que no me agotaba (durante el día) ya que hacía todo mi pareja; yo debía guardar reposo; él lavaba, hacía de comer, iba al supermercado, se encargaba de los biberones (lactancia mixta).

Cuando se llegaba la noche nos agobiábamos porque ya sabíamos que no íbamos a dormir, y se nos hacía muy ésta pesada.

Así que, con esa rutina tan agotadora, es normal que no tengas tiempo para disfrutar de tu pareja como antes, si queríamos ver una peli, el niño se despertaba llorando, o del cansancio nos quedábamos dormidos, o si encontrábamos un ratito libre uno se iba a la habitación a dormir, y el otro se quedaba pendiente. Muchas veces incluso sentía que nuestras conversaciones eran escasas y monotema, cuándo le toca comer otra vez, quién se queda pendiente esta noche, hace falta comprar leche….

Cuando llegas a casa con el bebé es un momento muy bonito, pero te das cuenta que tienes que tener una relación muy estable con tu pareja, porque con el cambio hormonal de la mujer, el agotamiento físico de ambos y el cambio de rutinas (al menos durante el primer mes no puedes salir casi nada) es fácil que tu relación de pareja se resienta, y eso, desde luego, es lo último que nos faltaba.

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El bebé llega a casa

La llegada a casa del bebé es mágica, empiezas a recordar todas las cosas que querías hacer en casa cuando llegaras con él y te emocionas. Durante ese día, cuando llegas del hospital, estás agotada pero feliz, contemplando a tu hijo mientras duerme o incluso mientras llora, el problema empieza cuando se llega la noche…

Los padres primerizos lo tenemos un poquito peor, en parte lo que nos agota es la inexperiencia. Nos ahorraríamos tantos problemas solo con saber un par de cosas….

Pero además de eso, influye el carácter de los padres; si eres una persona más tranquila, confiada o paranoica, yo diría que estoy en el último grupo

😦

Las primeras noches me daba miedo dormirme, por si le daban cólicos, le subía fiebre tenía buches o se lo llevaban los marcianos XD. Me daba no sé qué no sentirlo si me necesitaba, que me quedara profundamente dormida y él se despertara y no me viera a su lado. Así que lo que hacíamos mi pareja y yo era hacer guardias, yo me quedaba despierta la mitad de la noche y él se iba al salón, y luego cambiábamos. Por suerte, cuando se quedaba él fuera podía dormir un poco, yo me pasaba mi turno en vela, pensando que estaría el bebé despierto y me necesitaría.

Algunas veces después de comer no se dormía, no sabíamos muy bien si era por cólicos, pesadillas o vete tú a saber qué. El caso es que se podía pegar llorando hasta una hora, dando paseos por la habitación para que se calmara, y sin poder sentarnos porque se nos ponía a llorar. En esos casos, nos quedábamos mi pareja y yo en la habitación para darnos apoyo moral

😉

Pasando esas noches, es normal que durante el día estemos agotadas, el bebé se pone a llorar y nosotras con él. Cuando me pasó a mi, creo que yo lloraba más que él. Te sientes tan agotado que no llegas a disfrutar de tu hijo, a mi por lo menos me pasaba, sentía que estaba en una rutina agotadora (darle de comer, cambiarle el pañal, hacerlo dormir…) y solo quería que comiera y se durmiera para poder descansar un poco.

Afortunadamente con el paso de las semanas las cosas cambian mucho, tienes sensaciones muy diferentes y lo que antes te parecía rutina, ahora te apetece hacerlo, aunque hay niños más tranquilos que otros y por lo tanto en algunos casos la época de disfrutarlos llegará un poco más tarde.

Pero ten paciencia, que más tarde o más temprano, llegará.


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