Llevo varios días leyendo en medios anglosajones sobre lactancia alusiones al consumo de alcohol y la lactancia materna, dadas las fechas en las que nos encontramos en las que tan normal resulta que en todas las mesas haya abundantes manjares, pero también botellas de vino y cava sin fin. Son momentos para pasar en familia y entre amigos, para brindar por nuestros seres queridos y celebrar los logros del año y los buenos propósitos para 2012.
Seguro que más de una madre lactante se plantea si realmente puede o no tomar alcohol mientras amamanta a su bebé. Es cierto que durante el embarazo el consumo de alcohol está totalmente prohibido, ya que puede provocar el denominado "síndrome alcohólico fetal " (cuadro de malformaciones de distintos órganos y retraso mental) y todavía no se ha llegado a determinar (hasta donde yo sé) ninguna cantidad "segura" que pueda garantizarnos que no hay riesgo de que se produzca este síndrome.
Pero, al igual que ocurre con los medicamentos, el embarazo no es lo mismo que la lactancia. Es decir, que durante la lactancia podemos tomar muchos medicamentos que quedarían proscritos durante la gestación (hasta el 90% de los medicamentos son compatibles con la lactancia materna); y, durante la lactancia, también podemos saltarnos la "ley seca" en cuanto al alcohol, siempre teniendo en cuenta unos cuantos factores que nos permitirán disfrutar de una copa de vino o de champán de manera segura y sin que nuestro bebé ingiera ni una sola gota de alcohol a través de la leche materna.
En primer lugar, hay que tener en cuenta que el alcohol no se acumula en la leche materna, igual que no se acumula en la sangre. Después de ingerir la bebida, la cantidad de alcohol en sangre alcanza su máxima concentración entre 30 y 60 minutos después de tomar el último trago, para empezar a descender a partir de ese momento. El cuerpo va metabolizando el alcohol, que no se acumula en ningún líquido o tejido, ni en la sangre, ni en los músculos ni en la leche materna.
Pero, claro, la leche materna toma gran parte de sus nutrientes y componentes del torrente sanguíneo, por lo cual una parte del alcohol que circula en sangre puede llegar a la leche materna. Como hemos dicho, esto no significa que se acumule ahí, sino que, al igual que entra, comienza a salir cuando los niveles en sangre comienzan a descender. En el momento en el que la sangre esta libre de alcohol, la leche materna también lo estará.
Si estendemos este mecanismo, descubriremos que es absurdo hacer lo que algunos recomiendan, que es sacarse la leche después de haber ingerido alcohol para desecharla, como si la leche se convirtiera en tóxica o radioactiva por el hecho de haber tomado una bebida, o simplemente suponiendo que el alcohol jamás se va a llegar a eliminar de la leche materna 0_0.
Si entendemos este mecanismo, también será fácil llegar a descubrir cómo las madres lactantes pueden tomar alcohol de forma segura.
- Las madres lactantes debería ingerir bebidas alcohólicas de manera moderada y responsable.
- Deben esperar un tiempo hasta que su cuerpo metabolice todo el alcohol ingerido. Esto depende de la cantidad de bebida, de lo que haya comido, de lo rápido que haya bebido y del peso y constitución de la madre, pero la media a esperar sería de unas dos horas.
- No es necesario extraer la leche y desecharla. Aunque si extraes leche mientras esta tiene alcohol, esa cantidad de alcohol ya no desaparecerá, así esa leche extraída debería ser desechada.
Desde la Asociación de Lactancia Australiana nos recuerdan que, generalmente, es mejor amamantar con una pequeña cantidad de alcohol en tu organismo que alimentar a tu bebé con leche artificial, ya que la alimentación con sucedáneos de leche materna también conlleva riesgos.
Por otro lado, en este otro interesante artículo sobre alcohol y lactancia, nos recuerdan las consecuencias que puede tener el consumo de alcohol en la lactancia; y es que el alcohol inhibe la liberación de oxitocina en la pituitaria, por lo que impide el proceso de eyección de la leche y resulta más difícil extraerla del pecho (tanto por el propio bebé como con un extractor). Algunos estudios demuestran uan reducción del 23% en la cantidad de leche cuando hay alcohol presente en el cuerpo de la madre*, mientras que en otra investigación** el alcohol bloqueó por completo la secrección de oxitocina. Así que, aquí tenemos otra razón más para no creernos el mito de que la cerveza mejora y aumenta la producción de leche materna.
Así que, teniendo en cuenta todos los factores que hemos analizado en este artículo, la principal conclusión es que es decisión de la madre si toma o no alguna bebida alcohólica durante la lactancia y, sean cuales sean las razones para su decisión, nadie puede cuestionarla, ya que son únicas y personales. Por otro lado, las madres que deseen tomar alguna bebida con contenido alcohólico durante las fiestas, tienen en su mano toda la información para hacerlo de la forma más segura. Obviamente, siempre hablamos de un consumo moderado, ocasional y, sobre todo, responsable.
*Mennella JA, Beauchamp GK. The transfer of alcohol to human milk. Effects on flavor and the infant's behavior (see comments). N Engl J Med. 1991;325(14):981-985.
**Coiro V, Alboni A, Gramellini D, et al. Inhibition by ethanol of the oxytocin response to breast stimulation in normal women and the role of endogenous opioids. Acta Endocrinol (Copenh). Mar 1992;126(3):213-216.