Más de ocho millones de alumnos comienzan esta semana un curso en el que no se podrán abrazar, jugar en el patio juntos o compartir las chuches. Seis meses han pasado desde que abandonaron las aulas y los estudiantes afrontan el regreso con ganas pero con incertidumbre. No en vano, el curso comienza sin bajada de ratios en las aulas y sin test y PCR masivos. Los padres de los más pequeños temen el contagio por coronavirus de sus hijos y se preparan para que la mochila de los pequeños contenga todos los productos que eviten esa circunstancia: zapatillas para uso exclusivo en las aulas, mascarilla y geles desinfectantes. Sin embargo, los dermatólogos advierten de la precaución en la utilización de hidroalcohólicos en los más pequeños y en aquellos con pieles sensibles ya que el exceso de alcohol puede dañar la piel. En este sentido, el doctor Gabriel Serrano, dermatólogo y presidente de los laboratorios Sesderma, advierte sobre las consecuencias del uso y abuso de los geles con alto contenido en alcohol. En su opinión, “utilizar en exceso gel hidroalcohólico puede generar alteraciones de la barrera cutánea natural de la piel como mayor sequedad, deshidratación incluso producir dermatitis por contacto de tipo irritativo o agravar casos de dermatitis atópica. Y no sólo eso, sino que su uso continuado puede romper la primera barrera defensiva del cuerpo, la piel, y sus barreras protectoras: manto ácido, hidro-lípido, bacterias benignas, etc” Los organismos sanitarios recomiendan lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón y si esto no es posible, utilizar geles específicos. Estos geles higienizantes, los llamados hidroalcohólicos, consisten en soluciones con contenido en alcohol del 60 al 85 por ciento y pueden llegar a ser muy agresivos con la piel. Por ello, el doctor Serrano, recomienda utilizar aquellos que permiten mantener las manos limpias además de cuidarlas e hidratarlas, como es el caso de Lactyferrin gel. Su fórmula proporciona una avanzada limpieza de manos, refuerza las defensas naturales de la piel y aporta hidratación. Además, gracias a su baja concentración de alcohol, puede utilizarse las veces que sea necesario ya que mantiene en perfecto estado el manto lípido, protegiendo de esta manera la piel, especialmente la de los más pequeños y aquellos con mayor sensibilidad.
Fuente Comunicae