Ladislao Kubala fue uno de los mejores jugadores de la historia del Barcelona. Una leyenda culé. El fútbol, este maravilloso deporte que mueve masas, genera a menudo jugadores de leyenda que llegan a ser auténticos héroes, jugadores que quedan en la memoria de los aficionados al fútbol. Si hay un jugador, que provocó este efecto, ese fue este excelente jugador con una gran historia personal .
Internacional hasta con 3 países diferentes, fue un jugador antológico, diferente, al nivel de los más grandes, porque fue eso, uno de los grandes de la historia de este deporte. Tanto que consiguió que se construyera un estadio solo porque él llenaba el viejo, un jugador que cambió la historia de un club. Si el Real Madrid tuvo a Alfredo Di Stefano, el FC Barcelona tuvo Kubala.
Ladislao Kubala, el primer gran jugador que cambió la historia del FC Barcelona
El 10 de junio de 1927, nació en Budapest, Hungría, Ladislao Kubala. Ese día sin saberlo, estaba cambiando para siempre la historia del FC Barcelona. De padres eslovacos y abuelos polacos, Kubala solo habló en el idioma de sus abuelos hasta los seis años. Al final de su vida acabaría hablando también eslovaco, hungaro, español, italiano y hasta catalán.
Futbolista potente, con un tren inferior destacado y muy por encima de los de los jugadores medios de la época, tenía una calidad técnica con el balón que le hacía destacar de sobremanera en un tiempo, donde coincidió con varios astros del balón.
Ídolo de masas, su fútbol encandiló a todos los aficionados de la época y cambió para siempre la historia del FC Barcelona, contribuyendo y mucho a su grandeza actual. Gracias a él, el Barcelona tuvo que cambiar su mitíco estadio de Les Corts por la construcción del gigantesco Camp Nou, por aquel entonces, el más grande de toda Europa. Y es que gracias a Kubala, los 45.000 espectadores de Les Corts se quedaban muy pequeños.
Una historia personal casi de película
Pero Ladislao Kubala, por el lugar y la época donde nació no tuvo una vida nada fácil. Hasta llegar al máximo nivel tuvo que pasar serios apuros para llegar a ser quien fue. Empezó su carrera en el Ferencvaros, club donde su padre había jugado y era ferviente hincha. Debutó a los 17 años con el primer equipo y pronto consiguió llegar a ser internacional con el primer país con el que lo sería, con Hungría.
Debuta en 1944 con un 0-5 contra Austria que había sido una potencia antaño, antes de la Segunda Guerra Mundial. Con la selección hungara jugó 6 partidos.Con 18 años, decidió abandonar Hungría y se marchó a la antigua Checoslovaquia, para jugar en el Bratislava, lugar de donde procedían sus padres.
Allí se encontraría con Fernando Daucik, que luego sería su maestro, mentor y cuñado. Como sus padres eran eslovacos, Kubala, jugó también con la selección checoslovaca. Lo hizo en 11 partidos, siendo así en uno de los primeros jugadores en jugar con varias selecciones, era su segunda selección, pero no sería la ultima. Como curiosidad, su debut fue de nuevo contra Austria, a la que volvió a ganar.
De ahí volvió al Ferencvaros, que por aquel entonces había cambiado de nombre y se llamaba Vasas. Pero en esa época, la situación política en esa parte de Europa era digamos que muy tensa. En pleno telón de acero, Hungría no era quizás el mejor sitio para residir, por lo que Kubala, decidió fugarse del país en busca de un destino mejor para él y su familia.
La llegada de Ladislao Kubala a la España de Franco
En 1948, Kubala huyó de Hungría en un camión ruso hacía Austria en una maniobra que le podría haber costado la vida, dejando atras a su mujer que se encontraba en Checoslovaquía junto a su hijo. No volvería a verlos hasta 1949, en un hecho que le salvó la vida. Kubala, logró pasar con un pasaporte falso hasta Italia, lo que hizo que pasara un tiempo por allí.
El Torino, se fijó en él, pero ese equipo de leyenda falleció en un accidente aéreo cuando volvían de disputar un partido amistoso en Lisboa y Kubala se libró por bien poco. El conjunto turinés invitó al futbolista a jugar dicho amistoso, acción que rechazó al ir a recibir a su mujer y a su hijo, con los que se reencontraba, que llegaban a otra ciudad italiana, Udine. Esto salvó su vida y permitió disfrutar de uno de los mejores jugadores de la historia durante muchos años.
Al haberse fugado y no haber cumplido su contrato, el Vasas presionó a la FIFA, lo que hizo que Ladislao Kubala no pudiera fichar por ningún club y solo podía actuar en partidos amistosos. Así, fichó por el Pro Patria, un equipo de aquella época con el que disputó algunos amistosos para poder subsistir y seguir en forma.
Su cuñado, además de maestro y mentor, Fernando Daucick, había huido también del telón de acero y decidió junto a Kubala, formar un equipo de futbolistas exiliados de esa zona de Europa. A eso conjunto lo llamarían El Hungaria.
Con este equipo, el rubio futbolista venido del este, daría una exhibición en Sarrià que propiciaría su contratación por el Barça, pero no iba a ser tan fácil, el equipo azulgrana, tuvo que pelear y muy duro con la FIFA para poder incorporarlo. Además, Kubala por su parte exigió la contratación de Daucick para fichar por el Barcelona y así fue.
Kubala, fichó en 1950 por el Barcelona pero no debutó hasta 1951 después de que lo nacionalizaran español y la por aquel entonces Federación de Fútbol Española presionara ante la FIFA. Finalmente, tras varios años en el desierto, por fin iba a demostrar el jugador que llevaba dentro.
Ladislao Kubala, marcó una época con la camiseta del Barcelona
Disputó 349 partidos en todas las competiciones desde 1951 a 1961 anotando la friolera de 272 goles. Además ganó 5 Copas, 4 Ligas, 2 Copas de Ferias y 1 Copa Latina. Tras la Final de Berna de 1961 y pese a tener ofertas, decide retirarse del fútbol como jugador y entra en la escuela del Barcelona como entrenador. Con la selección española, actuó en 19 partidos, siendo así su tercera selección con la que jugó, en un hecho que todavía hoy no tiene precedentes.
Como entrenador dirigió al Barcelona en dos etapas pero también actuó de entrenador-jugador del Español por aquella época con ñ. Pasó por el Elche, Murcia, Málaga, Zurich y a dos equipos de Toronto. A la selección española la dirigió durante un tiempo de récord, desde 1969 a 1980, y ya cuando empezaba a contar con una edad, terminó su periplo por los banquillos por Arabia Saudí.
Final de su vida
El 17 de mayo del 2002, Ladislao Kubala, murió a la edad de 74 años, dejando tras de así una larga historia y una admiración profunda pero también la sensación de que no se fue justo con él, no poniendo su nombre en el lugar que le corresponde. No ganó ningún Mundial pero fue un jugador que los que le vieron jugar, lo sitúan entre los más grandes de la historia.
Algo tuvo que tener, cuando con su fútbol, fue capaz de dejar pequeño el estadio de Les Corts y propiciar la construcción del Camp Nou que también vibró con la calidad de Kubala durante un tiempo. Una leyenda, un mito, un hombre que hizo del fútbol su vida.