Revista Arquitectura

Ladrillo viejo neomudéjar

Por Enrique23

Ladrillo viejo neomudéjarCasa en la calle Martínez Izquierdo número 21, en el barrio de La Guindalera. (FOTO: Enrique F. Rojo, 2010)

Dice Wikipedia que el neomudéjar es un “estilo artístico y arquitectónico que se desarrolló principalmente en la Península Ibérica a finales del siglo XIX y principios del XX.”  (Ver Wikipedia)
Su influencia deriva del estilo arquitectónico que floreció en España desde el siglo XIII hasta el XVI, caracterizado por la conservación de elementos del arte cristiano y el empleo de la ornamentación árabe.

La arquitectura popular de Madrid, en especial la desarrollada en los suburbios previos al Ensanche de Castro (S.XIX), fue principalmente de ladrillo visto en estilo neomudejar. El ladrillo era el mejor material para una población mayoritariamente inmigrante de escasa capacidad económica que no podía permitirse excesos en la vivienda. La moda del neomudéjar madrileño se desarrollaría  en la ultima decada del siglo XIX hasta final de los años 20 del siglo XX, ya con pocas realizaciones. En esta arquitectura popular en la que el ladrillo era el protagonista, las diferentes fábricas y aparejos dieron importancia al relieve (rehundido o resaltado) como un elemento principal tanto a nivel técnico como estético . Los esquemas compositivos se repetirían con no demasiadas variaciones, dependiendo de la dimensión de la obra y de los residentes a quienes  se destinaba, probablemente porque los autores se copiaban unos a otros y la decoración dependia del presupuesto. Esto debió de ser así ya que la mayor parte de las construcciones las ejecutaron maestros de obra o los propios moradores, lo cual no resta interés a los trabajos ni a la capacidad imaginativa de sus autores.

Así pués, el ladrillo, un material barato y duradero, tiñó de color rojizo el paisaje semi-urbano de la periferia madrileña de inicios del siglo XX. El amplio espacio al que  llegaban sin parar inmigrantes de toda España para asentarse y buscar trabajo,  se llenó de tejares para atender  la necesidad de material con que levantar nuevas casas y poco a poco los suburbios  fueron ganando habitantes e importancia.

En cualquier caso, en los ejemplos de edificaciones de la época que todavía sobreviven -que van siendo cada vez menos- se pueden observar  algunos elementos comunes como el arranque o primer nivel que acostumbra a carecer de ornamentación y se separa de los niveles consecutivos con un  friso horizontal de ladrillo con juegos geometricos. Los  vanos y huecos se cubren con guardapolvos de inspiración neomudéjar que suelen ser de tipo geométrico (rombos, aspas, etc.).

Ladrillo viejo neomudéjar

Edificio en la calle Juan de la Hoz, 23 en la Guindalera. (FOTO: Enrique F. Rojo, 2010)

El friso superior suele estar también decorado con motivos geométricos y aparejo de ladrillos escalonados con modillones volados a sardinel bajo las cornisas. Se utilizan diferentes aparejos ornamentales para el remate del edificio entre cornisa de cincha y alero que conjugan los resaltados y los rehundidos, así como en entrepaños y antepechos de los huecos.

Ladrillo viejo neomudéjar
Edificio calle Cardenal Belluga, 13, en la Guindalera. (FOTO: Enrique F. Rojo, 2010)

También se puede encontrar un repertorio variado en líneas horizontales en cornisas de cincha y de remate, guardapolvos, líneas de imposta y elementos de enlace entre huecos en hiladas y sardineles, aunque también aparece algún ejemplo de resaltes horizontales en esquinas curvas de fachada. En lineas verticales la ornamentación se encuentra en laterales de fachadas y huecos en hiladas consecutivas. En algunos casos, cuando el edificio tiene mayor altura, los entrepaños se han decorado con pilastras en relieve de ladrillo que realzan su verticalidad.

Finalmente, hay que destacar también el empleo de cuidada forja de motivos naturalistas en ventanas y balcones, cuando los hay.


Ladrillo viejo neomudéjar
Casa en la calle de Pérez Ayuso número 5,  en Prosperidad. (FOTO: Enrique F. Rojo, 2010)

Ladrillo viejo neomudéjar
Vaquería en calle de López de Hoyos c/v calle Padre Claret,  en el barrio de Prosperidad. (FOTO: Enrique F. Rojo, 2010)


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