Ladrones y Mafiosos versus Gobiernos y Terrorismo

Hay una analogía muy sencilla para entender todo este tema del terrorismo y sus supuestas justificaciones. Es la relación entre LADRONES y MAFIOSOS:

– Un ladrón hace DAÑO directamente a quien le impide llegar a su botín.

– Un mafioso hace DAÑO a quién es del interés de quién nos impide llegar a su botín.

Por ejemplo, el ladrón de un banco le pegará un tiro al cajero para robar el dinero de la caja. Sin embargo, un mafioso le pegará un tiro a la hija del cajero para que al próximo día, el cajero puede ir tranquilamente al banco y el cajero le de todo el dinero, sin rechistar, bajo el miedo (TERROR) de que el mafioso pueda seguir matando a sus otras hijas, si se niega a entregarle el dinero.

Evidentemente, un mafioso es aún mucho más despreciable que un ladrón, aunque los dos asesinen.

Esta analogía se puede aplicar directamente a los gobiernos [supuestamente] ladrones (de petróleo, por ejemplo) y las comunidades [supuestamente] oprimidas y que acuden a estos actos mafiosos (terrorismo) para conseguir hacer [supuesta] justicia o extender una [supuesta] Verdad religiosa (islam).

La conclusión es muy simple:

Si aceptamos todos esos supuestos, gobiernos ladrones y comunidades oprimidas, resulta que los primeros son simples ladrones y los segundos son auténticos mafiosos (mucho peores, aunque sus intereses sean supuestamente buenos).

Y nada tiene que ver la capacidad real para lograr el objetivo de cada uno: No es justificación válida que la incapacidad para hacer justicia directamente, te convierta en un mafioso. Y así es como se justifica habitualmente el terrorismo: Es mucho peor que la delincuencia “de base”, pero es que quien comete actos terroristas no tiene otra posibilidad para hacer justicia. Es totalmente injustificable y posiblemente sea falso en la mayoría de los casos. Normalmente es sólo la vía rápida y cómoda.